Desde la explosión de las criptoestafas a fines de abril de este año, recién ayer se conoció un estimativo real de la deuda generada por Edgar Bacchiani y la firma a su nombre, Adhemar Capital.
Es que desde los inicios de la investigación, el monto total del dinero que había desembocado en manos del CEO nunca había sido claro, ya que la mayoría de las inversiones se hacían en negro, sin mediar contratos.
Ayer, el técnico informático Gustavo Chazarreta, quien trabajaba para Bacchiani, dio detalles precisos de los montos de dinero que la firma ingresó a los sistemas hasta pocos días antes de la detención del CEO.
De su declaración ante el juez Miguel Angel Contreras, se desprenden sumas irrisorias que dan cuenta del volumen de dinero que circuló entre las manos de Bacchiani y sus socios: cerca de 71 mil millones de pesos, sólo en concepto de capitales.
Sin embargo, de la declaración testimonial a Chazarreta se deduce que esta cantidad de dinero es solo el estimativo más cercano del que se tenga conocimiento hasta ahora.
Es que además de esa abultada cifra, existe otro capital en criptomonedas (Bitcoin y Ethereum), más otros montos de contratos que habían reestructurado sus deudas y, por lo tanto, no se contabilizaban con el resto.
Si se toma el Presupuesto Provincial 2023 recientemente aprobado y se compara con la cantidad de dinero que debe Edgar Bacchiani, la cifra es elocuente.
En efecto, el año entrante, el Poder Ejecutivo tiene previsto gastar 453.262.190.993 de pesos. Si tenemos en cuenta que la deuda de Bacchiani es superior a los 71.027.695.357 de pesos, esta cifra es cercana al 16% del Presupuesto 2023.
Este porcentaje se acrecienta si se suma el capital en criptomonedas (10.915 unidades en Bitcoin y 6.988 unidades en Ethereum) que constan en la declaración de Chazarreta, más los montos de deuda reestructurados que no fueron contabilizados dentro del volumen de inversiones hasta marzo de 2022. Es decir, el equivalente aproximado a un cuarto del Presupuesto Provincial 2023.