Actualidad

Pobreza e indigencia en Catamarca, un panorama persistente en 2024

Un informe de un investigador del CONICET revela que la pobreza y la indigencia en el Gran Catamarca siguen por encima de los niveles de 2022 y 2023. A pesar de algunas reducciones, el panorama socioeconómico continúa siendo alarmante.

A pesar de ciertos indicios de recuperación económica, la pobreza y la indigencia en el Gran Catamarca siguen siendo una preocupación central para la región en 2024. Un reciente informe del Dr. Daniel Esteban Quiroga, investigador del IRES-CONICET-UNCA, presenta un análisis detallado de la evolución de estos indicadores entre 2022 y 2024. Según el estudio, los niveles de pobreza y indigencia continúan elevados, reflejando un contexto socioeconómico aún complejo en la provincia.

En cuanto a la pobreza, el informe destaca un aumento considerable entre el segundo semestre de 2022 y el primer semestre de 2024. La pobreza en los hogares pasó del 34,1% en 2022 al 46,1% en 2024, con una leve disminución al 36,2% en el segundo semestre de 2024. Sin embargo, la población afectada por la pobreza alcanzó un pico del 55,9% en el primer semestre de 2024, antes de descender al 45,8% en el semestre posterior, lo que sigue señalando una situación crítica en términos de calidad de vida para un porcentaje importante de la población.

El panorama de la indigencia es aún más alarmante. Según los datos, la indigencia aumentó un 150% entre el segundo semestre de 2022 y el primer semestre de 2024, pasando del 5,3% al 13,3%. Aunque hubo una disminución al 8,1% en el segundo semestre de 2024, las cifras siguen estando por encima de los niveles registrados en años anteriores. En términos de población, la indigencia alcanzó un máximo del 16,9% en el primer semestre de 2024, lo que refleja una situación de extrema vulnerabilidad.

Otro factor que agrava la situación es el notable aumento de los costos de la canasta básica en el NOA, que creció un 632%, pasando de $16.490 en 2022 a $120.836,78 en 2024. La canasta básica total (CBT) también experimentó un incremento significativo, alcanzando los $253.028,63. Si bien los ingresos familiares aumentaron un 654%, la brecha entre los ingresos y el costo de vida sigue siendo alarmante, lo que pone en evidencia la dificultad para acceder a los bienes y servicios esenciales.

El informe de Quiroga concluye que la mejora en los indicadores sociales solo será posible a través de políticas públicas integrales que promuevan la recuperación del empleo formal, la estabilización de precios y el fortalecimiento del poder adquisitivo de las familias. Para el investigador, estas medidas son esenciales para que la recuperación sea sostenida y no se limite a resultados parciales que no aborden las causas estructurales de la pobreza en la región.