Tiempo Libre

María Elena Barrionuevo vuelve a los escenarios con la reedición de su poemario "Las Nodrizas de la luz"

De la mano de "El Guadal" editorial, la catamarqueña reedita su libro.

La poeta María Elena Barrionuevo vuelve a la ronda de la palabra, tanto escrita como cantada. El Guadal Editora anuncia la reedición de su poemario Las Nodrizas de la luz y el Centro Cultural Kirchner la invitó a participar del espectáculo Copla Viva que se presenta en el marco del ciclo Nosotras Movemos el Mundo el día 5 de marzo.

María Elena Barrionuevo es maestra, gestora cultural, investigadora y poeta. En su reconocida trayectoria se destacan libros de poemas, letras folklóricas emblemáticas musicalizadas por cantores de índole nacional y el trabajo de investigación sobre el canto ancestral de la vidala.

El Guadal Editora reedita Las nodrizas de la luz de María Elena Barrionuevo

El Guadal Editora suma a su colección de poesía La noche escarabajo el libro Las nodrizas de la luz de la poeta lapaceña en el afán de reunir voces poéticas consolidadas como ya lo hizo con poetas como Luis Franco y sus Nocturnos, Patricia Álvarez “La Reynamora Azul” y su poemario Un canto para el cordero que van a matar o Celina Galera y su último poemario Hoscos.

"Como su editor, he venido trabajando de manera conjunta con María Elena Barrionuevo en el rescate de los originales de este poemario y de su primera edición, así también con Claudia Tula en el arte de tapa y con la poeta tucumana Zaida Kassab quien estuvo al frente del diseño del libro", explicó Víctor Aybar, editor de El Guadal.

Un poco más acerca de las creaciones de la artista

El cancionero folklórico de nuestra provincia vio en las letras de María Elena Barrionuevo una renovación que no se daba desde la figura de Selva Gigena. Las zambas como “Cenizas de tu amor”, “Del Suncho a la gloria”, su Vidala de la Nostalgia  y las cantatas a la Virgen del Valle y a Eulalia Ares de Vildoza le han permitido generar una yunta con artistas de reconocimiento nacional como Carlos Bazán, Raly Barrionuevo, Ramón Navarro (n), Luis Chazarreta y Daniel Altamirano.

Como poeta publicó Desde Esquiú con el alma, Poemas desnudos, De adioses y distancias, Las nodrizas de la luz, Pequeño calendario del asombro e Historias convida-das.

En su tarea como investigadora integró el equipo del programa “Recuperando la memoria”, liderado por la magister María Mercedes Díaz, con los proyectos: “Con los colores de América” y “Los sonidos del tiempo” en los que la vidala y los vidaleros fueron foco de atención para su rescate y puesta en valor en la zona norte de Tinogasta conocida como La Herradura, allá donde nace el viento, el vientre azul de las vidalas, donde confluyen las poblaciones de Palo Blanco, Punta del Agua, La Ciénaga, Antinaco, Tatón, y Medanitos. Este trabajo le ha permitido a María Elena concretar nueve encuentros de “Vidalas de la Luna de La Herradura”, evento donde participan los vidaleros y vidaleras de la zona y el que despertó el interés de  artistas de nivel nacional e internacional.

Las nodrizas de la luz, de María Elena Barrionuevo eleva a un tono lírico la figura de mujeres históricas como Eva, la primera mujer según la Biblia, La Malinche, Eva Perón o Violeta Parra, entre otras. A su vez, se permite ficcionalizar y retratar mujeres que no entran en la Historia, pero son personajes de la intrahistoria unamuniana, como las leñadoras, las artesanas, las indígenas.

Este poemario fue editado por primera vez en octubre del año 1999 en la Editorial Universitaria de la UNCa, en San Fernando del Valle de Catamarca y reúne poemas de María Elena que datan de 1987 a 1991. Este libro ha formado parte de un mito dentro de la literatura catamarqueña, un libro del que todos conocían su existencia: alguna vez habían leído uno que otro poema, se hicieron muestras donde la fotografía y la danza se reunían en torno a muchos de estos poemas; los murales daban forma y color palpable a la palabra de alguna de nuestras nodrizas, pero no había libro físico o muy pocos lo tenían, casi nadie.

Es palabra autorizada la de nuestra autora, quien ha sabido recorrer la puna catamarqueña tras del canto ancestral de la vidala, tras las cantoras, a la par de las leñadoras; quien se ha sumergido en los libros de nuestra América profunda para rescatar esa luz uterina desdeñada por siglos; quien se ha tomado el trabajo de cuestionar la historia de los vencedores para arengar a los vencidos a que canten, que canten porque nuevamente se enciende esta antorcha que ahora / les enciende el coraje / en la mirada.