Opinión

Una convivencia inevitable: Uber vs. taxis y remises

A la compañía no le molesta funcionar en la clandestinidad mientras va ganando mercado. ¿Es posible prohibirla o conviene regularla? El desafío de intentar una convivencia pacífica.
Por Gustavo Pinto

Estamos siendo testigos del cercano desembarco de Uber en la provincia de Catamarca. La plataforma anunció su intención de establecerse, y aquellos que deseen convertirse en conductores ya pueden inscribirse. Este fenómeno no es nuevo en Argentina ni en el mundo, pero cada vez que la compañía se expande genera en la nueva ciudad una serie de debates sobre sus ventajas y desventajas.

Igual que en todas partes, las asociaciones de taxis y remises comenzaron poniendo el grito en el cielo como primera reacción, señalando que combatirán a Uber porque es ilegal y viene a destruirlos.

La ciudadanía no estuvo ajena. En las redes de INFORAMA se pudieron leer mayoritariamente muchas críticas al servicio actual y en general no hay resistencia a la multinacional.

A quienes dedicaron su vida a transportar personas de un punto a otro, no les simpatiza la idea de que cualquier persona con un auto pueda cumplir el mismo rol.

Hace unos días los representantes de los trabajadores del volante fueron recibidos en Casa de Gobierno, donde se prometió trabajar en la cuestión. Se redactaría una ley regulatoria a la que cada municipio pueda adherir, así lograrán, en teoría, que Uber compita en igualdad de condiciones. Se podría aseverar que se fueron más tranquilos y se sinceraron sobre la efectividad que suelen tener las nuevas tecnologías.

En otras ciudades, la falta de reflejos de las autoridades ocasionó persecuciones y golpizas a choferes de Uber, múltiples protestas y multas astronómicas sin sentido para los pescados en flagrancia.

Voces a favor

Los primeros que se subieron al barco fueron el diputado provincial Tiago Puente y el empresario libertario Javier Galán. Puente remarcó las ventajas tecnológicas de la app y pidió que el Concejo Deliberante regule "para que los taxistas no pierdan".

Galán fue más filoso y aseveró que hoy en día "los taxis no son negocio". También remarcó que con la inflación que hay debería permitirse rápido el ingreso de Uber para bajar los precios y que la competencia mejore el servicio.

En ambos casos, coincidieron que en todas las ciudades de Argentina las opciones conviven.

¿Es tan bueno?

Como cualquier empresa o servicio, tiene sus pro y sus contra. Su sistema de geolocalización hace que Uber sea eficiente y minimice los tiempos de espera. También se puede conocer al conductor y el sistema de puntuación hace que los coches y el trato mejoren notoriamente.

Por otra parte, una vez que se afianza, el sistema de tarifas puede ser variable y en momentos de alta demanda sube considerablemente. Sus conductores también se encuentran en una zona gris si ocurren accidentes o hechos desafortunados.

Hay quienes aseguran también que tiene un impacto negativo en el tráfico urbano, contribuyendo a la congestión y quienes critican que almacene datos personales, de ubicación e historial de viajes.

Además, aún queda una gran cantidad de usuarios que manejan efectivo, o que no están familiarizados con las herramientas tecnológicas y seguirán optando por el uso tradicional de taxis y remises.

Lo inútil de prohibir

A lo largo de los años, existieron múltiples intentos por parte de organismos gubernamentales en diferentes partes del mundo y de Argentina para prohibir Uber. Sin embargo, la realidad ha demostrado una y otra vez que esta estrategia no es efectiva. En lugar de erradicar la plataforma, estas prohibiciones suelen generar resistencia y un mercado negro, donde Uber continúa operando de manera clandestina.

En Tucumán intentaron ponerle "un freno de mano" con una ley, que el gobernador Osvaldo Jaldo terminó derogando en cuestión de semanas. Es que sencillamente una ley provincial no impide que la gente se descargue la app y empiece a usar el servicio. También se dio a conocer que los propios taxistas se registraban en la plataforma para completar viajes en simultáneo.

En Catamarca, las autoridades tienen la oportunidad de regular y supervisar su funcionamiento para garantizar la seguridad de los involucrados y la competencia leal.

Será interesante ver cómo esta nueva variante de transporte se desenvuelve y de qué manera los legisladores, usuarios y conductores buscan convivir en estos valles.