Si algo caracteriza al gobernador Raúl Jalil en lo político, por encima de cualquier otro rasgo, es su pragmatismo. No busca enemigos, no pelea abiertamente con nadie; se propone objetivos y hace lo que sea para alcanzarlos. En su lógica, la política es un medio, no un fin. En cambio, la senadora nacional Lucía Corpacci es dogmática en esencia. Defiende sus ideas aunque vayan a contramano de los tiempos que corren, incluso de lo que hoy necesita la provincia que representa. El contraste entre ambos quedó aún más expuesto esta semana por la presión del presidente Javier Milei sobre el Congreso y las provincias.
La ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” -ahora con media sanción- que envió Casa Rosada causó un cisma en el oficialismo catamarqueño. En especial los capítulos relativos a la reimplantación del Impuesto a las Ganancias en la cuarta categoría y la creación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un proyecto que pareciera ser a pedir de boca de las multinacionales mineras.
En una sesión que comenzó el pasado lunes 29 y terminó al día siguiente, tras 30 horas de deliberaciones, los cuatro diputados nacionales del oficialismo provincial, Silvana Ginocchio, Fernanda Ávila, Sebastián Nóblega y Dante López Rodríguez votaron en contra de la Ley de Bases en general, pero apoyaron el RIGI y también Ganancias, aunque en forma “elegante”.
¿Cómo fue eso? Ginocchio, Ávila y López Rodríguez se abstuvieron de votar por la reversión de Ganancias, o sea ni en contra ni a favor para evitar caer en la contradicción de lo que defendieron (y luego votaron) en la campaña electoral de Sergio Massa en 2023, cuando eliminó el impuesto en busca de voluntades de la clase media.
Sin embargo, Nóblega votó en forma afirmativa por la restitución del tributo, que es coparticipable y llevará un alivio a las arcas provinciales y municipales. Antes de ser diputado, estuvo 8 años al frente del municipio de Tinogasta. Sabe del oxígeno que suministran esos recursos.
Pero el tinogasteño se abstuvo de apoyar el RIGI, a diferencia de sus pares comprovincianos y de los diputados sanjuaninos Walberto Allende, Ana Aubone y Jorge Chica. Según medios nacionales, hubo un acuerdo previo entre los peronistas de ambas provincias mineras para respaldar esta iniciativa.
El RIGI prevé diferentes beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para el ingreso de inversiones para bienes de capital, repuestos y componentes destinados a los nuevos proyectos. Entre los numerosos incentivos se destacan la rebaja del Impuesto a las Ganancias del 35% al 25%, la suspensión del impuesto a los dividendos distribuidos, la cancelación del IVA con certificados de crédito fiscal, el descuento de Bienes Personales a cuenta de Ganancias, la exención de cualquier otro impuesto provincial o municipal, arancel del 0% para importaciones, retenciones del 0% desde el tercer año, libre disponibilidad de divisas y estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria por 30 años.
En declaraciones a Radio Rivadavia, Jalil reconoció que la creación de ese régimen de incentivos “era un capítulo que todas las provincias mineras habíamos quedado en acompañar. El crecimiento de la Argentina va a venir por la inversión y esperemos que se pueda aprobar en el Senado”. No quedaban dudas: el apoyo de tres de los cuatro diputados fue la respuesta a esa consigna.
“Hay que acompañar”
Antes y después de la sesión clave en la Cámara baja nacional, que representó el primer triunfo político de Milei en terreno legislativo, el gobernador Jalil mantuvo una intensa agenda en Buenos Aires. La reunión más importante fue precisamente la que el Gobierno de Catamarca no informó: el encuentro con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
"Hoy compartimos una muy buena charla de trabajo con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, y equipo. Grandes proyectos, en minería sobre todo e industria textil. Conversamos en la mejor forma de poder ayudar desde Nación a potenciar estas inversiones”, expresó Caputo en un posteo de la red social “X” (exTwitter)
Hoy compartimos una muy buena charla de trabajo con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil y equipo.
— totocaputo (@LuisCaputoAR) May 1, 2024
Grandes proyectos, en minería sobre todo e industria textil.
Conversamos en la mejor forma de poder ayudar desde Nación a potenciar estas inversiones 🇦🇷 pic.twitter.com/zoOr0uZ77P
Horas previas había realizado declaraciones periodísticas a medios porteños que sonaron como música en Casa Rosada. Algunas de ellas:
- “La sociedad espera que acompañemos en algunas cosas al Gobierno nacional. Si le va bien, también le va bien a Catamarca. Hay cosas que hay que acompañar, hay que darle las herramientas (a Milei) para que gobierne en un nuevo paradigma que está funcionando. Es una opinión personal, y también de algunos peronistas y de otros partidos. Un ejemplo es el del norte grande: tres gobernadores conformamos la Mesa del Litio y hablamos de políticas de Estado. Ese es el cambio que está pidiendo la sociedad”.
- “Hay que acompañar desde una posición política. Yo, en lo personal y sin salir del espacio del peronismo, creo que hay que acompañar en algunas medidas al Gobierno nacional y es muy bueno para la Argentina. Después vendrá otra elección, otro escenario político. Pero si no nos ponemos de acuerdo en diez puntos básicos de lo que pretendemos en la Argentina, va a ser muy difícil estabilizar la macroeconomía. La gente está esperando, los inversores están esperando que la política se ponga de acuerdo. Y ayer ha sido un paso importante”, dijo en alusión a la sesión en Diputados.
- “Nos visitó la vicepresidenta cuando fue la Fiesta de la Virgen del Valle; el Senado es la casa de las provincias. En ese sentido las negociaciones que tiene que realizar el Gobierno nacional con los gobernadores son fundamentales para llegar a ese Pacto de Mayo”, sentenció respecto a la convocatoria de Milei para el próximo 25 en Córdoba.
En la vereda opuesta
A Corpacci, en cambio, le alcanzó con algunos minutos de exposición mediática al término de la Asamblea Legislativa del 1° de Mayo para ratificar que está ubicada precisamente en las antípodas de la política que lleva adelante Jalil respecto al escenario nacional.
Estas fueron algunas de sus expresiones más relevantes en ese sentido:
- La ley ómnibus: “No comparto nada de la Ley de bases, me parece un espanto, un retroceso para nuestro país, para los derechos de los trabajadores, de los empleados públicos, para el desarrollo de nuestra industria metalmecánica”.
- Sobre el RIGI: "Hemos trabajado en nuestra provincia modificando las reglas de juego que teníamos con las empresas mineras, en donde les exigíamos que fueran nuestras empresas, nuestros servicios, nuestros trabajadores. Y eso es lo que cambió la mirada de la gente y de la industria local hacia la minería. Con esta ley es el Gobierno nacional el que decide, y eso es lo que a mí me impide acompañarla".
Cuando le consultaron sobre la reunión de Jalil con Caputo, Corpacci se mostró escéptica de los resultados. “¿Ese ministro va a traer inversiones mineras a Catamarca? La verdad no sé”, expresó con una sonrisa incómoda.
Hacia el desenlace
La postura de Jalil respecto al Gobierno nacional recibió un apoyo previsible, el de su par tucumano Osvaldo Jaldo: "Acompañamos la posición política institucional del gobernador de Catamarca, en estos momentos donde tenemos que ser responsables en nuestro rol como gobernadores y trabajar en conjunto con el Gobierno nacional", dijo y agregó: "Son tiempos de dejar diferencias personales y políticas para ayudar a sacar adelante a la Patria".
Jalil y Jaldo son algunos de los mandatarios que el ministro del Interior, Guillermo Francos, presenta como “amigos” en las reuniones del Gabinete nacional. Confía que con ellos se puede firmar el Pacto de Mayo.
Para el gobernador catamarqueño, antes de firmar ese acuerdo es “muy importante” que el Senado de la Nación complete la media sanción de la Ley de Bases. Sin embargo, tanto él como el Gobierno nacional descuentan que no tendrán el apoyo de Corpacci. Por eso, ahora la atención está puesta sobre el segundo senador peronista, Guillermo “Joao” Andrada.
Hoy como ayer, la sociedad política entre Jalil y Corpacci seguirá atada a la necesidad de contener la milicia oficialista. Ella como presidenta del Partido Justicialista y él como vicepresidente, aunque en los hechos parezcan pertenecer a fuerzas distintas. Ella añorando a Cristina Kirchner y los años de populismo y demagogia; y él pactando con quien sea para sostener su proyecto.
A corto plazo, Jalil tendrá que convencer a Milei de que la senadora puede darse el lujo de votar a conciencia y que él, por el contrario, tiene responsabilidad de gestión.
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