La nutricionista, Priscilla Carosella, señaló que “el entorno alimentario escolar comprende todos los espacios, infraestructuras y circunstancias dentro de las instalaciones escolares y sus alrededores en que se encuentran, obtienen, compran o consumen alimentos, y al contenido nutricional de estos alimentos”.
Asimismo, este ambiente también incluye toda la información disponible, la promoción (comercialización, publicidad, marcas, etiquetas de los alimentos, envases, promociones, etc.) y el precio de los alimentos y productos alimenticios.
Cabe mencionar que se considera a la escuela como “el espacio más favorable, por la cantidad de horas que los niños, niñas y adolescentes permanecen, para asegurar la igualdad de oportunidades y la plena participación para promover la adopción de un estilo de vida saludable”, agregó Carosella.
En este marco, la licenciada en Nutrición explicó que “si los y las alumnas llevan vianda para colaciones, evitar incorporar los alimentos ultraprocesados con alto contenido de grasas, azúcar y sal (pastelería, snacks, bebidas azucaradas, etc.)”.
Al respecto, la especialista destacó que “la Ley de Promoción de Alimentación Saludable 27.642, se presenta como una herramienta sencilla, práctica y efectiva para informar a la población sobre los productos que pueden dañar la salud”. Entre otras cuestiones, a partir de esta ley se prohíbe la presencia, en el ámbito escolar, de cualquier alimento envasado que contenga uno o más sellos de advertencias en su envase, promoviendo una alimentación más sana y natural, fomentando el consumo de agua y protegiendo de esta manera a las infancias de la alta exposición a los alimentos ultraprocesados, considerados motor de la epidemia de sobrepeso y obesidad”.
Asimismo, continuó explicando que “el etiquetado frontal nos ayuda a tomar decisiones de manera fácil y simple. Para armar las colaciones en casa o en el kiosco de la escuela elegir productos con la menor cantidad de sellos negros posibles. En el caso de llevar alimentos desde casa, que sean frescos, preferentemente frutas y verduras de estación, bizcochuelos con frutas ralladas , budines de zanahoria , sándwiches con vegetales y queso, bolsitas con mix de frutos secos (mayores a 2 años)”.
Además, “es importante asegurar una buena hidratación, y para esto lo recomendado es colocar una botella con agua segura en la mochila” señaló.
Mantener hábitos saludables beneficia a los niños, niñas y adolescentes fortaleciendo el sistema inmunológico y la salud en general protegiéndolos contra enfermedades presente como futuras; además, favorece la construcción de una autoestima sana.