Tiempo Libre

La historia inolvidable de Tom: un compañero de cuatro patas en la guerra de las Malvinas

Natalia Lorena Fernández, historiadora catamarqueña, trae a la luz la conmovedora historia de Tom, un perro callejero adoptado por soldados argentinos durante la guerra de Malvinas.
Por Lourdes Costanzo

La historia de Tom resurge a 42 años del conflicto, gracias al trabajo investigativo de Fernández, quien nos invita a reflexionar sobre la diversidad de la memoria histórica y el papel vital que desempeñan los animales en situaciones de conflicto.

Con su profundo conocimiento, Natalia Lorena Fernández logró revivir momentos únicos de la historia, capturando la atención de miles de personas con la emotiva narración de la vida y sacrificio de este fiel compañero.

En medio de la cruenta batalla por las Islas Malvinas, Tom se destacó como un perro callejero adoptado por los soldados argentinos, cumpliendo dos misiones fundamentales: como eficaz alarma frente a los bombardeos británicos y como apoyo moral para los combatientes, brindando compañía y consuelo en los momentos más difíciles.

Omar Liborio, uno de los soldados que compartió su experiencia con Tom, recuerda el día en que el perro se convirtió en parte de la tropa, demostrando su lealtad y valentía en medio del conflicto. Tom se convirtió en un miembro más del cuerpo de artillería, compartiendo el peligro y las dificultades junto a sus camaradas humanos.

Tom en Malvinas

"Lo tomé y le dije: "Te venís con nosotros a Malvinas!" Y lo subí al camión. Al ver al perro me preguntan: "Y eso? Cómo sé llama el perro? Entre risas nerviosas le contesté "Desde hoy se llama Tom, porque vamos al Teatro de Operaciones de Malvinas". Al poco tiempo sé transformó en el más mimado y querido por todos, pero debíamos ocultarlo de los superiores, por eso en las inspecciones, lo escondíamos en distintos bolsos ,campera o saco, sólo salía su hocico para respirar. Luego de unos días de espera en Santa Cruz, partimos en un Hércules hacía las Islas Malvinas transportando personal, dos camiones Sofma, un Unimog, y desde luego a Tom, que para esa altura ya era otro soldado del cuerpo de artillería. En Malvinas Tom sé comportó cómo un bravo artillero" señaló Omar.

Sin embargo, el destino trágico de Tom llegó el 11 de junio, cuando un avión enemigo atacó ferozmente a la tropa argentina. En medio del caos y el peligro, Tom demostró su valentía una vez más, tratando de proteger a sus compañeros heridos, pero finalmente sucumbió a las heridas, convirtiéndose en un símbolo de sacrificio y lealtad.