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San Valentín en Catamarca: juguetes sexuales y lencería, lo que más compran las parejas (y solteros)

El Día de los Enamorados es la excusa. Según los propietarios del sexshop más antiguo de Catamarca, cada vez son más las personas que se acercan desprejuiciadas al mundo del placer y la autosatisfacción, pero aún persisten algunas “vergüenzas”.
Por Lucia Acosta

El centro de la ciudad de Catamarca se prende fuego en pleno febrero, y no exactamente por el Día de los Enamorados. Los dueños de SexShop Catamarca nos aguardan después del horario de cierre, en su local 13 de Galería Paseo del Centro, apenas cuatro cuadras de la Plaza principal.

“Es por una cuestión de comodidad. Tratamos de que cada cliente que venga tenga una atención individual, así puede ver y observar tranquilo”, nos explicó Miriam, la dueña.

La modalidad es atender a un mínimo número de clientes, y si es de a uno solo mejor. Si llega otro, se le pregunta al que está adentro si no le molesta que ingrese otra persona. “Imaginate que uno no puede preguntar, o le da vergüenza si hay una pareja u otra persona escuchando cómo se usa un juguete”, explica.

Miriam Brito y su pareja encararon el negocio hace más de seis años. Arrancaron siempre “de manera seria” -dice la mujer-, empezando por un pequeño local de apenas 3 m2. Hoy no solo son referencia en el mercado de la exploración y deseo sexual en Catamarca, sino que además abrieron otra sucursal en la provincia de Santa Fe y venden por internet a todo el país.

“Al principio costó mucho, y todavía cuesta que las personas se acerquen al sexshop. La sociedad catamarqueña aún es prejuiciosa, y muchos tienen vergüenza. Tienen miedo de venir y que los vean eligiendo un juguete. En Santa Fe, toda la vidriera es pública, no hay nada tapado. Es muy diferente allá”, cuenta Miriam.

La clientela es amplia y variada. Según cuenta la dueña, hay tres tipos de generaciones bien definidas que se acercan al sexshop.

“Los jóvenes de 20 se acercan sin perjuicio. Si bien no realizan compras muy significativas, se nota que tienen información, saben lo que quieren y no tienen ningún tipo de vergüenza en entrar y elegir”.

“Luego está la generación post 40, que es una generación que llegaba muy poco y veo que cada vez se acercan más. Es la que más está creciendo últimamente con los años”.

“Y después, los adultos de más de 50 o 60. Esa generación, que por lo general son menos clientes pero los que consumen juguetes sexuales, lo vienen haciendo hace muchos años. Esas personas vienen en pareja, regalan lencería, piden juguetes ‘sado’. No tienen miedo a la experimentación”, dice Miriam, ante los ojos abiertos de la periodista que se sorprende.

San Valentín para parejas y no tanto

Mirian relata que para esta fecha se vienen preparando con mucha anticipación. La suba del dólar hace que muchos de los juguetes importados sean difíciles de importar, pero prefieren no perder calidad. Los clientes saben que traen lo último en tendencia y piden.

“Las redes sociales lo cambiaron todo", dice Miriam. "Hay mucha gente que compra directamente por internet, sin exponerse. Nosotros los asesoramos en todo lo que necesitan, pero siempre aconsejamos que si pueden, vengan a ver por ellos mismos”.

Lo que más se vende en el Sexshop Catamarca para el Día de los Enamorados son los combos que incluyen prendas de lencería, un juguete sexual, aceites de masajes, velas aromáticas, perfumes, preservativos y alguna que otra variante.

“Los hombres son los que más regalan. Nos piden que les armemos algo lindo, y eligen la lencería para su pareja. Es un gesto muy bonito y de mucha sensualidad que sean ellos los que elijan, y a las mujeres les gusta mucho. Yo los oriento en todo”.

Miriam Brito, dueña de SexShop Catamarca

Pero no todo es para personas con vínculos románticos. También están las amigas que se regalan entre sí juguetes para autosatisfacción, y las personas que vienen recomendadas a buscar algún juguete para ellos mismos. “En San Valentín hay de todo, realmente es una gran fecha para nosotros”, concluye Miriam.