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Paisajes de Catamarca: la Ruta de los Seismiles

Por Redacción Inforama

La Ruta de los Seismiles es una vía espectacular que se extiende desde Fiambalá hasta el Paso de San Francisco, en la provincia de Catamarca, en el oeste de Argentina. Es una zona de gran elevación en la Cordillera de los Andes, donde unas veinte cumbres superan los 6.000 metros de altura, lo que la convierte en un destino turístico ideal para los amantes del montañismo.

Entre las cumbres más destacadas se encuentran los volcanes Pissis y Ojos del Salado, el Walter Penck y el Incahuasi, el Cerro Tres Cruces, Nacimientos y el San Francisco. Los grupos de expedicionarios comienzan su recorrido desde la localidad de Fiambalá, conocida como la "Puerta de los Seismiles", que ofrece toda la infraestructura y servicios necesarios para garantizar una experiencia única.

Los andinistas que visitan esta zona deben contar con el equipo adecuado y deben aclimatarse antes de comenzar las ascensiones. Muchos de ellos utilizan el refugio Las Grutas para este fin. El Ojos del Salado, con 6.893 m.s.n.m., es el volcán más alto del mundo después del Aconcagua y es una de las cumbres más desafiantes de la región debido a la dificultad de acceso desde el lado argentino. En el límite entre Catamarca y La Rioja se encuentra el Pissis, que cuenta con cinco cumbres para escalar, siendo la principal de ellas la que se encuentra a 6.882 m.s.n.m.

El San Francisco es otro de los picos más accesibles de la zona, con una altura de 6.080 m.s.n.m. y ubicado cerca de la ruta carretera internacional del paso fronterizo con Chile. El Incahuasi, de 6.638 m.s.n.m., es otro de los picos más populares entre los andinistas.

Los Seismiles son una región andina de gran altura con varios picos que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en la segunda zona más alta del mundo después del Himalaya. Para visitarla, es recomendable hacerlo entre los meses de octubre y abril, acompañado de empresas o guías especializados que ofrezcan camionetas 4x4 equipadas con el equipo necesario, asistencia logística, provisión de oxígeno, alimentación de alta montaña y equipos de rescate.

La travesía dura un día completo, dependiendo de la cima elegida, y los viajeros deben estar preparados para enfrentar vientos intensos y temperaturas cercanas a los -20º C, además de caminar por campos de hielo y escalar paredes de distintos grados de dificultad. Por esta razón, es fundamental que consulten previamente a un médico antes de dirigirse a la región, incluso aquellos que vayan en familia, para evitar posibles descompensaciones. Asimismo, se recomienda verificar el pronóstico del tiempo con anticipación antes de realizar la excursión.