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Argentina aseguró un desembolso de US$7500 millones del FMI para estabilizar la economía

Este monto, correspondiente a la quinta y sexta revisión del acuerdo, se utilizará para fortalecer las reservas del Banco Central y estabilizar el mercado cambiario, de cara a las elecciones de octubre.
Por Lourdes Costanzo

Después de meses de negociaciones, el Gobierno argentino logró la aprobación de la quinta y sexta revisión del acuerdo con el FMI. El directorio del organismo se reunió y dio su visto bueno para que Argentina reciba un desembolso de US$7500 millones, lo que representa uno de los desembolsos más grandes en la historia del FMI.

A pesar de la confianza en la aprobación, aún se espera que el FMI confirme oficialmente este acuerdo. Además, está previsto que Massa se reúna con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, en Washington.

Es importante destacar que el monto efectivo disponible para Argentina será de menos de la mitad del desembolso total. Antes de disponer de estos fondos, el Gobierno debe cumplir con los compromisos de pago pendientes con prestamistas que permitieron evitar incumplimientos previos. Esto significa que alrededor de US$3400 millones estarán disponibles.

Las autoridades argentinas sugieren que el FMI mostró interés en la relación de Argentina con China y Qatar, así como en cómo se obtuvieron préstamos de último momento. También se mencionó que al FMI le preocupa que Argentina deje de depender de sus desembolsos. El comunicado de prensa del FMI y el staff report, que detallará la visión del organismo sobre Argentina, se esperan con atención.

El desembolso del FMI tiene como objetivo ayudar a calmar las aguas en Argentina de cara a las elecciones de octubre. Además de fortalecer las reservas del Banco Central, permitirá intervenciones en el mercado cambiario mediante bandas, lo que podría ayudar a estabilizar las cotizaciones del dólar MEP y el contado con liquidación (CCL).

La administración espera que estas medidas contribuyan a reducir la presión sobre el dólar blue y controlar la inflación, que podría acelerarse entre agosto y septiembre. Con estos anuncios y desembolsos, el Gobierno se prepara para afrontar los últimos meses antes de las elecciones, mientras su equipo económico finaliza su viaje en Washington.