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Ya somos Campeón Mundial, y ahora qué: vacíos y aprendizajes post festejos

Alcanzar el sueño máximo nos dejó extasiados y muy arriba en la cima. ¿Qué sigue ahora? ¿Dónde quedamos? ¿Cambiamos en algo? El valor de mirarse a uno mismo luego de tanto fervor.
Por Lucia Acosta

Va bajando la espuma de los festejos, y la alegría empieza a quedar impregnada como un tatuaje.

Gracias a las redes bombardeándos videos donde no se nos escapa ningún detalle de lo que pasó en los últimos días, todos de alguna u otra manera nos sentimos fuertemente involucrados. Interpelados.

Y ahora que terminó, la vida que había quedado en pausa hasta fines de noviembre empieza a asomarse. Para algunos, no somos los mismos desde entonces. Para otros, volver a mirar lo que quedó es angustiante, como cuando se termina una fiesta en casa y te quedas solo para limpiar.

El psicólogo catamarqueño Alejandro Mansilla propone visualizarlo de esta manera: “Cuando uno pelea tanto por eso que quiere, cuando uno no renuncia y finalmente llega, lo que nos sucede a nivel psíquico es el más alto que nosotros podemos tener de felicidad. Pero después de ese nivel de éxtasis, aparece el vacío. El “y ahora qué, qué hago con esto”. Ahí aparece lo agridulce de la victoria. Ese vacío que nos invita a reflexionar”.

Lejos de verlo como algo doloroso o amargo, para el especialista es importante que podamos visualizarlo como un trampolín

“Es un puntapié. Es una puerta que nos abre el camino hacia algo más grande. Yo creo que -y acá esto es fundamental- nos debería motivar. El vacío es la apertura para algo más grande”. 

Qué aprendimos

Los aprendizajes aún están decantando, pero para el licenciado Mansilla hay algo que está claro.

"Con este Mundial no tan solo hemos encontrado la motivación de la perseverancia, el perseverar y alcanzar eso que queremos, no tan solo la alegría después de tanto tiempo es la motivación de darnos cuenta que podemos alcanzar lo que sea, que podemos fantasear con cualquier cosa y que como seres humanos lo podemos conseguir", explicó.

"Yo creo que es fundamental entender que esos jugadores, antes de ser quienes son, son seres humanos. Sienten, viven, lloran, piensan, se emocionan, se enojan. Son seres humanos que son padre, hijo, hermano, compañero, amigo. Yo creo que lo más valioso que nos mostró esta Selección, es que se mostraron como nosotros, que tienen sus victorias, que tienen sus derrotas, pero que en el medio al igual que ellos, podamos ser campeones del mundo. Lo fundamental es la motivación".