A las 18 de este martes 6 de diciembre, la imagen cuatro veces centenaria de Nuestra Madre del Valle partió desde su Santuario en una urna portada por un móvil y escoltada por policías que en motos anunciaban su paso por las calles de la ciudad Capital.
A pesar del intenso calor reinante, vecinos salieron a su paso para saludarla a lo largo del trayecto que se extendió por poco más de una hora, por calle Sarmiento, Av. Belgrano hacia el oeste, Av. Virgen del Valle hacia el sur, Av. Güemes hacia el este y Av. Alem hacia el norte, hasta llegar al óvalo del parque Adán Quiroga donde estaba el trono desde el cual continúa recibiendo el homenaje de sus hijos devotos en estas fiestas.
Desde la despedida en la Catedral, donde se había congregado un buen número de devotos y peregrinos, y durante todo el recorrido fue aplaudida y recibió muestras de afecto y devoción.
Frente a la capilla Santa Teresita, ubicada en Av. Güemes y Ayacucho, la esperaba un importante número de vecinos del sector sur capitalino que se congregó para aclamar su paso, portando banderines papales y argentinos, junto a la imagen de la Santa Patrona.
Jóvenes peregrinos apostados en el paseo General Navarro más conocido como La Alameda, donde fue coronada hace 131 años, y en la plaza 25 de Agosto se sacaban su gorra en señal de reverencia a la Madre, otras personas se persignaban y todos los que pudieron gozar de verla por las calles de la ciudad, derramando bendiciones, expresaban su amor filial. Sus rostros evidenciaban la profunda emoción por el encuentro con la Madre, muchos de ellos de rodillas.
En todo el recorrido las personas aprovechaban para registrar este momento histórico con una fotografía. Los frentes de las casas fueron adornados con globos y gallardetes poniendo un clima de fiesta.
Mientras tanto, en las redes sociales los usuarios escribían Vivas a la Virgen, pedidos de protección, entre otras manifestaciones de fe.
Pasadas las 19.00, la Imagen bendita arribó al Campo de las Celebraciones, donde la esperaban sus hijos, especialmente los niños y miembros de la Pastoral de la Niñez, la Junta Diocesana de Catequesis, la Vicaría de Educación y los egresados de 6° año del Nivel Primario.
El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, la llevó en sus brazos y la ubicó en la urna, desde donde preside estos tres últimos días del novenario en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle.
Inmediatamente se dio inicio a la Santa Misa vivida con mucha alegría y signos propios de los pequeños, quienes le expresaron su amor a la Mamá María.