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Santo del día 21 de abril: San Anselmo de Canterbury

Por Redacción Inforama

San Anselmo, el famoso teólogo y filósofo del siglo XI, es recordado hoy en día por sus grandes contribuciones a la Iglesia Católica y su valiente trabajo en la difícil Inglaterra medieval. Nacido en el año 1033 en Aosta, una ciudad en los Alpes Italianos, San Anselmo provenía de una familia noble con una madre piadosa y un padre más disipado. Desde temprana edad, San Anselmo mostró una inclinación por la vida religiosa y se dedicó a estudiar filosofía, retórica y latín en varias ciudades europeas después de la muerte de su madre a los 15 años.

Con el tiempo, San Anselmo se convenció de que su destino era el camino del sacerdocio, por lo que en 1060, ingresó al monasterio de Bec en Normandía, Francia, donde se convirtió en discípulo y amigo del carismático y conductual Lanfrranco, Arzobispo de Canterbury. En poco tiempo, San Anselmo ascendió al puesto de prior de Bec, respaldado por Lanfranco, y comenzó a escribir algunas de sus obras más famosas, como El Monologium y Proslogium, que integraban la filosofía y la teología.

Doctor de la Iglesia

San Anselmo se dedicó a explicar la teología mediante un método racional y la Iglesia lo considera el creador de la escolástica, un movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón y la filosofía de Aristóteles para comprender el contenido sobrenatural del cristianismo. En 1078, San Anselmo ascendió al puesto de Abad de Bec cuando Lanfranco se fue a Canterbury y en 1093, se convirtió en Arzobispo de esa ciudad mítica, al este de Londres y cerca de la costa francesa.

A pesar de la fama que había logrado en vida por su calidad intelectual y razonamientos originales, San Anselmo tuvo problemas con el rey Guillermo el Rojo, quien quería manipular el poder de la Iglesia Católica. Como resultado, San Anselmo fue desterrado dos veces, pero luego repuesto en Canterbury, donde murió a la edad de 76 años en 1109. Durante su vida, San Anselmo escribió varias obras, incluyendo el muy reconocido Cur Deus homo, que es considerado el más famoso tratado que existe sobre la Encarnación.

San Anselmo fue canonizado en 1494 durante el papado de Alejandro VI y en 1720, el Papa Clemente XI lo declaró doctor de la Iglesia, un título solo reservado para intelectuales de altísimo nivel que han dejado una marca indeleble en la vida del cristianismo. Su legado continúa vivo hoy en día, y su enfoque en la razón y la filosofía sigue siendo un tema importante en la teología católica.