El filósofo inglés Francis Bacon, reconocido por sus aportes al desarrollo de la ciencia moderna, sostenía que “una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas”. Quizás eso haya sucedido con el vicegobernador y candidato a la reelección Rubén Dusso, quien no consiguió cerrar las heridas de las batallas que libró en el peronismo contra los que se oponían a que acompañe una vez más al gobernador Raúl Jalil en las elecciones de octubre. Pero el resentimiento le jugó una mala pasada: perdió en todas las apuestas internas que apadrinó en las PASO del domingo 13.
Hasta la tarde del sábado 24 de junio pasado, Dusso estaba literalmente afuera de la fórmula gubernamental. Jalil había aceptado la propuesta de renovación que le habían realizado los integrantes de la generación joven del Partido Justicialista, entre ellos los intendentes Raúl Barot (Los Altos), Eduardo Menecier (Paclín) y Sebastián Nóblega (Tinogasta) y dirigentes tales como Francisco “Pancho” Mercado (director del Banco Nación) y Enzo Carrizo (ANSES). Se trataba concretamente de que el candidato a vice fuera Nóblega, que no podía ser reelegido en su municipio.
Entre los que se pronunciaron públicamente a favor de un cambio en la cúpula oficialista estaban Barot, quien había opinado que “llegó la hora de dar lugar a la generación intermedia” y de “oxigenar al PJ ofreciéndole a la sociedad nuevos cuadros políticos”. Y también la intendenta de Valle Viejo, Susana Zenteno. “El candidato debería ser un intendente de los que dejan su mandato o una mujer. Lo importante es darles un espacio a los jóvenes”, afirmó en una entrevista en El Ágora, de Tveo.
Sin embargo, en medio del frenético cierre de listas hubo fuertes presiones de Dusso, algunos teléfonos claves descompuestos y otros que se apagaron un par de horas. Ante el temor de que se presentara una lista provincial opositora en Unión por la Patria (UP), Jalil y la senadora nacional Lucía Corpacci optaron por la “paz” interna y le dieron el guiño a la continuidad del veterano dirigente. En septiembre próximo, Dusso cumplirá 74 años, de los cuales lleva 12 al calor del presupuesto provincial.
Pero el vicegobernador no se conformó con su ratificación. Al día siguiente empezó a armar su operativo venganza contra quienes osaron con tacharlo. Así fue como logró crear listas opositoras en algunos distritos “enemigos” y apoyó otras que le resultaban funcionales a sus intereses. Aunque en ningún caso pudo cantar victoria.
Internas selectivas
En Valle Viejo, la intendenta Zenteno tuvo que lidiar en la PASO contra la lista del senador José Luis Martínez, quien se postuló como precandidato para el mismo cargo. Junto a él dio pelea la diputada provincial y exintendenta chacarera Natalia Soria, del Movimiento Evita. Ambos representaban la apuesta de Dusso para aleccionar a la intendenta que había pedido “jóvenes” en las listas del peronismo.
El resultado final fue un triunfo para Zenteno por 6.838 votos, contra los 5.507 que logró sumar Martínez. En la categoría senador provincial, Mario Gershani se impuso por 5.675 sufragios contra Soria, que alcanzó 4.975.
En Saujil (Pomán), el intendente eterno Lucas Carrazana, quien lleva 20 años en el cargo, contaba con el apoyo inocultable de la Vicegobernación. Quien le hizo frente y le ganó fue Enzo Carrizo, titular de la delegación provincial de ANSES y uno de los más activos miembros de la nueva generación dirigencial del PJ. Carrizo obtuvo 1.971 votos, mientras que Carrazana, con todo el aparato clientelar del municipio a cuestas, apenas llegó a 1.472.
Dusso tampoco pudo celebrar en FME, donde el intendente Guillermo Ferreyra le ganó la pulseada al senador Oscar Vera, presidente provisorio de la Cámara alta y cercano a su titular, por 2.366 votos a 1.734. Así, Ferreyra será el candidato a senador del departamento.
Allí tampoco pudo hacer mucho la diputada Verónica Mercado, quien iba en la boleta junto a Vera como precandidata a intendenta. Perdió a manos de Alejandra Benavidez, secretaria de Desarrollo Social de la comuna y “ahijada” política del intendente Ferreyra. El conteo definitivo concluyó 2.252 a 1.779 votos.
En los pagos de Nóblega, Tinogasta, Dusso jugó con Julio César Áyame para vencer al elegido del intendente, Ernesto Andrada, y le fue bastante mal. La lista oficialista se alzó con 3.976 votos, contra los 1.100 que consiguió Áyame. Se podría decir que Nóblega tendrá cierta tranquilidad ahora para dedicarse a su campaña por la diputación nacional de UP.
Finalmente, en Recreo (La Paz) el vicegobernador pagó por una traición. El intendente Luis “Lula” Polti había sido uno de los que firmó un documento juntos otros intendentes del Este, antes del cierre de listas, de respaldo a la continuidad de Dusso. Pero poco después, éste salió en apoyo del exsenador Ariel Espinoza, quien presentó una lista interna con el fin de destronar a Polti. Allí el “dussismo” sufrió la derrota más amplia: Polti se impuso a Espinoza por 5.677 a 1.880 votos. La deslealtad suele tener esas consecuencias.
En la Capital, Dusso se convirtió en la comidilla del peronismo por la dura caída que tuvo su precandidata a concejal por el populoso circuito 3, Romina Pilatti, quien además es funcionaria de la Vicegobernación provincial. De las nueve colectoras que se presentaron, la de Pilatti (Lista A2) quedó ubicada en sexto lugar.
Derrotas mineras
Otro dato llamativo de estas elecciones primarias fue que el Gobierno provincial perdió en todos los departamentos considerados mineros a manos de los intendentes. Si bien resulta lógico que en el interior los jefes territoriales trabajen más por los cargos municipales que por los provinciales, es notorio que los esfuerzos políticos y los beneficios económicos atribuidos a la minería (empleo, proveedores locales e impacto sobre la actividad comercial) no fueron suficientes para convencer al electorado del Oeste.
Por otro lado, son conocidas y muy publicitadas las incursiones de Dusso en el sector minero, sobre todo en el ámbito que compete a CAMYEN, cuya vicepresidenta es su hija Natalia Dusso, y en la litífera Liex-Zijin, donde el vicegobernador suele oficiar de anfitrión de visitas políticas nacionales, como la última del presidente Alberto Fernández.
Quizás el revés electoral más cantado fue el de Andalgalá, donde Juntos por el Cambio, con el intendente radical y “antiminero” Eduardo Córdoba a la cabeza, se impuso cómodamente en todas las categorías. Hasta el porteño Horacio Rodríguez Larreta salió victorioso de “La Perla”.
En Belén, UP ganó para Gobernador por 3.334 votos (contra los 2.167 de JxC), pero en la categoría Intendente el peronismo sumó 5.241 sufragios. Un fuerte corte de boleta en contra de la oferta provincial.
En Antofagasta de la Sierra, la tierra de las multimillonarias reservas de litio y de las grandes empresas extranjeras del sector (Livent y Galaxy, entre las principales), las propuestas del oficialismo provincial para Gobernador e Intendente cayeron en una proporción de 4 a 1 frente a Juntos por el Cambio.
Con todo, la derrota más humillante del peronismo se dio en Fiambalá. Y no fue solo el corte de boleta entre categorías de la misma fuerza, sino que allí en efecto cayó el oficialismo: la intendenta Roxana Paulón quedó 640 votos debajo de Juntos por el Cambio. Enfrentará en octubre al joven radical Raúl Usqueda, ganador de la interna opositora. La fórmula Gobernador y Vice de UP, por su parte, sumó 1.956votos, yJxCcelebró con 2.330.
Lo de Fiambalá tiene un valor simbólico especial. Porque es la sede del proyecto Tres Quebradas (3Q), que es financiado por el gigante chino Zijin Mining, hoy en la mira de la AFIP por presunta sobrefacturación de importaciones. Pero más aún porque se trata del emprendimiento minero vinculado estrechamente al clan Dusso.
En otras palabras, estas PASO han demostrado que la política minera provincial, con el discurso de la creación de empleo y, más todavía, de la priorización de empleo minero para los catamarqueños, no ha tenido efectos positivos en las urnas para el Gobierno y sus controvertidos embajadores.