Opinión

PASO 2023: urnas calientes en dos bastiones peronistas

La negociación política no tuvo éxito en Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú. Allí se disputarán los cruces más atractivos del oficialismo.
Por Marcelo Sosa

No hay mucho que discutir: las verdaderas internas abiertas del peronismo catamarqueño se darán en Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú (FME), donde además de intendentes hay en juego dos bancas de senadores provinciales, lo que en conjunto representan la máxima expresión de poder político de un departamento. Estas jurisdicciones resolverán en las urnas del domingo 13 lo que el oficialismo provincial no se atrevió a hacer en los cargos de cúpula.

En Valle Viejo, la oferta electoral de Unión por la Patria en la categoría intendente es la siguiente: Susana Zenteno, quien busca la reelección, enfrentará a José Luis Martínez, actual senador provincial. Por el lado de los aspirantes a la Cámara alta, el oficialismo postula a Mario Gershani, un excolaborador de Zenteno, mientras que la lista opositora lleva a Natalia Soria, diputada provincial y exintendenta.

En FME, el intendente Guillermo Ferreyra confió su sucesión a Alejandra Benavidez, mientras que él se postula como precandidato a senador. La oposición peronista propone, por su parte, a la diputada provincial Verónica Mercado para la intendencia y al senador Oscar Vera para la reelección.

Tal como funciona el sistema electoral con Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el domingo próximo los ciudadanos de ambos territorios chacareros decidirán quiénes de aquellos seguirán en carrera para los comicios generales del 22 de octubre.

Pero la pulseada no es solamente de interés para sus protagonistas centrales, sino que también será seguida de cerca por los jefes políticos del PJ. Y esto debido a que el día después de las urnas viene el desafío de unir lo que está desunido desde hace años. Sin embargo, el oficialismo, a diferencia de la oposición provincial, cuenta con un generoso presupuesto para contener heridos y disimular lo irreconciliable.

Tierras del franciscano

La rivalidad más encarnizada se da en las tierras del ilustre franciscano y Orador de la Constitución Nacional.

Allí, Ferreyra jugó contrarreloj con su candidatura, ya que hasta último momento no decidía si buscaría un tercer mandato al frente de la comuna o si cambiaría de planes. Debido a que la Carta Orgánica municipal prohíbe una segunda reelección, “Guillo” -como le gusta que lo llamen- hizo un planteo de inconstitucionalidad de esa norma ante la Justicia Electoral provincial, la cual le hizo lugar y lo habilitó para competir nuevamente. Fue el último fallo que firmó el exjuez Raúl Cerda antes de jubilarse.

Guillermo Ferreyra, Alejandra Benavidez y Raúl Jalil.

La primera reacción contra esa luz verde fue de la diputada Mercado, quien presentó una acción declarativa de certeza ante la Corte de Justicia de la Provincia. Quería saber si en efecto Ferreyra había quedado habilitado para repetir candidatura. El tribunal le respondió que recién podría expedirse al respecto una vez que se produjera tal circunstancia. Las diferencias entre Ferreyra y Mercado vienen desde hace varios años.

Un ejemplo nítido se dio a fines del año pasado, cuando Mercado presentó un proyecto para sancionar a los funcionarios públicos que utilicen recursos públicos para hacer propaganda propia. “Podemos ver día a día cómo algunos/as funcionarios/as imprimen su nombre propio o apodo a la folletería o bienes institucionales de la repartición cuya administración les ha sido conferida, convirtiendo a los bienes del pueblo en herramientas de propaganda política personalista”, afirma en los fundamentos de la iniciativa.

Aunque la legisladora no lo mencionó expresamente, el principal destinatario del proyecto era el intendente Ferreyra, quien hizo del marketing político propio en FME todo un estilo de gestión. Desde los hashtag “#Guillo” en las redes sociales hasta los ploteos de los vehículos oficiales tienen su sello.

Las críticas a esa estrategia, no obstante, nunca le movieron un pelo a Ferreyra. “Si eso fue para nosotros, no nos hacemos cargo. Es parte de representar la gestión. Yo le devuelvo eso con un beso y que le vaya bien”, le respondió a Mercado a través de una entrevista con Tveo.

Poco antes del último cierre de listas, Ferreyra sorprendió con su jugada: presentó a la secretaria de Desarrollo Social de FME, Alejandra Benavidez, como precandidata a intendenta, mientras que para él se reservó la senaduría. Era claro que no quería someterse a una controversia pública por la reelección indefinida.

Consecuencia inevitable: Vera, quien acompañó a Ferreyra como senador en sus dos gestiones como intendente, había quedado afuera. Y se trata de uno de los tantos dirigentes peronistas que no aceptan sacar los pies del plato estatal. Lleva décadas alternando entre el municipio y la Legislatura. Quién se creerá este chico, habrá pensado.

Oscar Vera, el veterano dirigente peronista que se rehúsa a dar un paso al costado.

Fue de ese modo que nació la alternativa opositora al “guillismo”. Mercado y Vera están dispuestos a poner en duda el supuesto caudal electoral cautivo que asegura tener el intendente. Lo más espinoso es que deberán lidiar con un aparato municipal puesto a trabajar en clave electoral.

Rebeldía chacarera

El cisma peronista en Valle Viejo, en cambio, fue un poco más sorpresivo. La intendenta Zenteno goza de la simpatía y el apoyo desembozado del gobernador Raúl Jalil y de la senadora nacional y jefa del PJ, Lucía Corpacci. Los archivos recientes están atiborrados de noticias e imágenes de las tres figuras en inauguraciones y actos varios. Nada hacía presumir que podía desatarse una insurrección en una granja tan pacífica a la vista del peronismo ortodoxo.

Zenteno, entre Corpacci y Jalil.

Pero en todos lados se cuecen internas, aunque no siempre salen a la superficie. No fue el caso de los pagos del caudillo Felipe Varela. Llegó el cierre de listas y la grieta peronista saltó con fuerza. La exintendenta Natalia Soria, hoy diputada provincial, se puso de acuerdo con el senador Martínez para fastidiar a Zenteno y sus padrinos.

Soria había sido una de las sorpresas electorales del 13 de marzo de 2011, cuando venció a Jair Jalile, hijo del veterano radical Gustavo “Gallo” Jalile, quien manejaba el municipio con mano de hierro. Eran tiempos del apogeo kirchnerista y de la incursión de las agrupaciones piqueteras en la política. De hecho, en el triunfo de Soria fue clave su rol como jefa local del Movimiento Evita que conduce Emilio Pérsico, el mandamás de los planes sociales en el país.

Natalia Soria va por la candidatura a senadora. Hoy es diputada provincial.

Esa vez Soria contó con un verdadero batallón de militantes subvencionados por el Gobierno nacional para humillar al entonces Frente Cívico y Social en las urnas. Sin embargo, aunque corren otros tiempos, la dirigente continúa rodeada de la misma gente: en un acto de campaña reciente, mostró una multitud de seguidores con banderas, bombos y cánticos a favor de un “cambio” en Valle Viejo.

Pero no será ella quien competirá por la candidatura a intendente de Unión por la Patria, sino Martínez, un dirigente surgido de las filas de Dalmacio Mera, exsenador nacional y hoy ministro de Inclusión Digital. Antes de ser senador, Martínez fue diputado provincial.

Ni Martínez ni Soria hicieron una campaña agresiva contra la intendenta Zenteno. No cuestionan su gestión ni tampoco han salido a diferenciarse en forma clara. Solamente aseguran que pueden “hacer más” que lo que hoy se observa en Valle Viejo.

En la disputa por la candidatura a senador, Soria deberá superar a un colaborador cercano de la intendenta. Es Mario Gershani, ex secretario de Obras y Servicios Públicos, dirigente partidario y deportivo. Ninguno de ellos hace gala de un alto perfil público, lo que hace suponer que la pelea por el voto será casa por casa.

Mario Gershani, en un acto reciente junto a Zenteno.

Desde el punto de vista democrático, la virtud que tienen estas pulseadas en Valle Viejo y FME es que cumplen con el objetivo por el cual nacieron las PASO; esto es, que los candidatos sean el reflejo de la voluntad popular y no de acuerdos de cúpula hechos a espaldas de todos.

El peronismo de Las Chacras podrá enorgullecerse de su legitimidad.