Catuchas

Inforama pregunta: los inolvidables recuerdos que atesoran los catamarqueños del Poncho

En la previa de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, los catamarqueños comparten sus memorias más emocionantes y divertidas en este festival que representa la identidad de la región.
Por Lourdes Costanzo

La Fiesta del Poncho en Catamarca es mucho más que un evento cultural, es un encuentro de tradición y cultura que cautiva los sentidos y enorgullece a los catamarqueños. Durante una semana, los colores vibrantes, los sonidos tradicionales y el espíritu festivo invaden las calles de la ciudad, atrayendo a miles de visitantes de todo el país y del extranjero.

Este festival nos brinda la oportunidad de disfrutar de nuestra tierra y compartir nuestra riqueza cultural con el mundo. Durante esta semana de celebración, nos convertimos en anfitriones orgullosos, mostrando la calidez de nuestro pueblo, la belleza de nuestros paisajes y la excelencia de nuestras artesanías.

INFORAMA salió a la búsqueda de anécdotas y recuerdos inolvidables, por eso algunos catamarqueños compartieron sus vivencias en la Fiesta del Poncho. Un joven relató emocionado el impacto que tuvo un recital el año pasado, "La Beriso, no me largué a llorar porque es demasiado vergonzoso llorar en público".

Otro catamarqueño audaz recordó su experiencia en el festival al decir: "Una vez estaba quebrado y vino Kapanga, mi novia me dice 'no vas a ir al pogo' y yo me fui a hacer pogo y me volví a quebrar". Para añadir más detalles, su novia añadió: "Tengo un hijo de dos años y con toda la música, el chico se puso a menear y se llenó de chicas alrededor de él" señaló a INFORAMA.

Uno de los entrevistados rememoró una anécdota curiosa en el patio cervecero: "estábamos en el patio, nos pusimos a bailar folclore y ya estábamos en las últimas cuando cayó un chaboncito que, de la nada, el DJ cambió el ritmo y puso hip hop. El chico empezó a hacer trompos en el piso, para mí fue lo más random y divertido que me pasó".

Con un toque de humor, otro catamarqueño compartió una experiencia de cuando era niño en la Fiesta del Poncho, "Yo tenía doce años e iba caminando agarrado de la mano de mi mamá. Voy caminando por lo que es el pasillo largo del poncho y la señora pegó un manotazo cuando vio que yo no era su hijo y empezó a girar la cabeza y yo empecé a llorar. Lo gracioso es que mi madre no salió corriendo a buscarme, la policía tuvo que llamarla y aún así tardó dos horas en buscarme porque se quedó en el evento hasta que dijo 'cierto, mi hijo'" contó a INFORMA.

Con estas emocionantes y divertidas historias, los catamarqueños demuestran el valor sentimental y la alegría que la Fiesta del Poncho les ha brindado a lo largo de los años. Este año, la fiesta abrirá sus puertas del 14 al 23 de julio, ofreciendo nuevamente momentos inolvidables para los asistentes.