La Argentina se posicionó en la cima del ranking mundial de inflación al concluir el año 2023, superando a Venezuela y al Líbano, según informó el Observatorio Venezolano de Finanzas.
La política económica implementada por el gobierno de Alberto Fernández llevó a un aumento del 25,5% en diciembre y una inflación anual del 211,4%, la más alta desde 1990. Esta situación coloca a Argentina como líder en inflación global, presentando desafíos significativos para el año 2024.
Venezuela, históricamente líder en tasas inflacionarias, experimentó una desaceleración en 2023, registrando una inflación del 193%. La intervención activa del Banco Central de Venezuela en el mercado cambiario contribuyó a frenar la depreciación del bolívar, influyendo en la disminución de la inflación. A pesar de este descenso, la inflación venezolana sigue siendo alta, afectando negativamente las cuentas fiscales y las exportaciones.
Además, Argentina superó incluso al Líbano, que hasta noviembre había experimentado una inflación del 211%. Este país del Medio Oriente, sumido en conflictos internos, se encuentra enfrentando la inflación más alta del mundo, especialmente en el sector de alimentos.
Contexto regional
Cuba se ubicó en el tercer lugar con un 30% de inflación, seguida por Haití con el 22%. Los demás países latinoamericanos presentaron cifras más moderadas, siendo Colombia, Uruguay y México los menos afectados. Las proyecciones para 2024 indican que la mayoría de los países de la región experimentará una disminución de la inflación, excepto Argentina, donde se espera que supere el 200%.
El desafío económico que enfrenta Argentina implica una combinación de altas tasas de inflación y una caída en la actividad económica, situación que se proyecta continuar en 2024. Las razones detrás de este escenario incluyen el cuidado de las cuentas públicas y la credibilidad del banco central, factores clave que determinan el éxito en el control de la inflación.
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