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Se llevó a cabo la misa en conmemoración a las personas que murieron durante la pandemia

Durante la ceremonia estuvieron presentes las familia de las víctimas del covid-19 y el personal del SAME.
Por Redacción Inforama

En la noche de este miércoles 6 de septiembre, tercer día del triduo en honor de la Virgen del Valle por su protección durante el sismo de 2004, se rogó de manera especial por el eterno descanso de todas las personas fallecidas por el Covid 19, algunas de las cuales fueron recordadas con una foto colocada a los pies de Nuestra Madre Morena y del Beato Mamerto Esquiú. También se agradeció al personal de Salud que trabajó denodadamente durante la pandemia.

Durante la Santa Misa rindió su homenaje la Unidad Pastoral 3, constituida por Cáritas, y las pastorales Bíblica, Social, Salud, Adicciones, Penitenciaria y de las Fuerzas de Seguridad, siendo presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el rector y el capellán del Santuario mariano, presbíteros Gustavo Flores y Ramón Carabajal, respectivamente, y el padre Daniel Pavón, responsable de la Pastoral de la Salud de nuestra diócesis.

En su homilía, Mons. Urbanč animó a todos los que sirven en esta unidad pastoral “a que sean creativos para poder llegar con la fuerza y consuelo del Evangelio a tantos hermanos y hermanas que sufren por diversas carencias y la violencia. Es una tarea de nunca acabar y que permanentemente desafía a la caridad que debe ser el distintivo de nuestra fe cristiana”.

Tomando el mensaje de la primera lectura y del Evangelio se preguntó: “¿Está dando la Palabra de Dios fruto entre nosotros? Porque, tal vez, la caída de la fe cristiana tiene que ver con una existencia estéril por parte de los que nos declaramos cristianos”. Y consideró: “Para que esos frutos empiecen a verse entre nosotros y en el mundo entero, debemos permitir que Jesús entre de verdad en nuestra vida y nos cure de las enfermedades espirituales que nos mantienen postrados”.

Para concluir, invitó a rezar en presencia de nuestra Madre del Valle y del Beato Mamerto Esquiú la oración que se viene haciendo “para profundizar y enraizar el camino sinodal en la vida de todas las comunidades diocesanas”.

Antes de la bendición final, se rezó un responso cantando el Salmo para pedir por el descanso eterno de los hermanos fallecidos en la pandemia.

Después de la ceremonia litúrgica, el Obispo se dirigió al Paseo de la Fe donde bendijo las ambulancias que se usan para la atención de los enfermos, con la presencia del director del SAME, Dr. Nicolás Orellana, quien participó de la Eucaristía en la jornada previa al día en que conmemoramos la protección de la Virgen durante aquel terremoto de hace 19 años.