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Fuertes críticas del dueño de Caravati al presidente del Club Social, Arturo Navarro

Al histórico bar no le renuevan el contrato en la planta baja del Club y mañana es el último día de funcionamiento. Hay 35 empleados que dependen directamente de Caravati.
Por Redacción Inforama

Esta semana se dio a conocer que el Bar Caravati debía cerrar sus puertas el 31 de agosto debido a que el Club Social le informó el pasado fin de semana que no le renovará el contrato del alquiler. Los empleados salieron a manifestarse e incluso el gremio UTHGRA salió en defensa de los puestos de trabajo. Hoy, el dueño de la empresa, Esteban Cano, salió a hablar con los medios de comunicación y expresó su malestar por el momento particular que está atravesando y apuntó directamente al presidente del Club Social, Arturo Navarro.

“Me llama poderosamente la atención que después de 14 años y en el mejor momento comercial del lugar, el presidente del club, Arturo Navarro, haya tomado esta decisión. Yo se la atributo individualmente a él, más allá que él debe conducir detrás del apoyo o el acompañamiento de una comisión”, disparó Esteban Cano en contacto con INFORAMA RADIO.

El empresario dijo “estar convencido” que se trató de una decisión personal de Navarro la no renovación del contrato. “Fue una determinación personal de caprichosamente y simplemente no querer continuar la relación locativa, soslayando y desde un lugar de absoluta irresponsabilidad frente a 35 personas que hoy emplea esta empresa”, opinó. También dijo que la decisión “no solo es irresponsable, sino que es una decisión dañina”. En este punto se refirió a la condición profesional de Navarro (abogado) por conocer los efectos: “Por un lado, el daño de 35 familias, y por otro lado el daño que le generan a una empresa que debería sentarse luego de una desvinculación con 35 personas, a tener que indemnizarlas”.

Asistencia estatal

El dueño del local gastronómico pidió que el Gobierno de la Provincia arbitre los medios para subsanar este panorama desalentador para la empresa.

“Hoy debería (el Ejecutivo) a través de sus organismos, buscar la manera de acompañar semejante situación”, subrayó, a la vez afirmó: “No puede un gobierno permitir que se pierdan fuentes laborales, solo y por la simple decisión caprichosa de una persona”.

Cano graficó la dificultad de romper la continuidad comercial en ese lugar, por el tiempo que demandaría desmontar el espacio, por un lado; y por el otro tener que solventar los gastos fijos para seguir manteniendo al personal sin estar funcionando y generando ingresos.

No obstante, Cano, confirmó que  “la decisión de la empresa es continuar trabajando”. “Después de una reunión con el grupo de trabajo, hemos decidido continuar y asumir las consecuencias que la determinación nos traiga aparejada”, relató. Sin embargo, aún mantiene la esperanza de que se revoque la decisión del Club y apela al apoyo de los demás integrantes de la comisión directiva.