Manifestantes y dirigentes de organizaciones se encontraron este jueves en los alrededores del Centro Judicial de Santa Rosa, en La Pampa, donde este mediodía se conoció el veredicto del juicio por el crimen de Lucio Dupuy. Magdalena Espósito (madre) y Abigail Páez (pareja de la madre) fueron declaradas culpables del asesinato del pequeño de 5 años.
La hermana Martha Pelloni, quien preside la Organización Infancia Robada en el partido de Tres de Febrero, aseguró que la madre de Lucio Dupuy y su pareja fueron “perversas”, tuvieron una actitud “sádica” y, a su criterio, “disfrutaron y gozaron” al causarle daño al niño hasta matarlo.
Además, reclamó que, tras conocerse el veredicto de este mediodía, debería investigarse “la responsabilidad que tuvo la jueza que le otorgó la tenencia a la madre”.
“Nadie nace violento ni pacífico, nos construimos pacíficos o violentos. En esa construcción de la violencia se llega a lo que llegaron estas dos mujeres [en referencia a Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigail Páez]”, dijo la religiosa, que participa de la vigilia para acompañar a los familiares paternos de Lucio.
En declaraciones a Télam, Pelloni explicó que las acusadas “llegaron al poder donde raya la psicopatía perversa y sádica, porque ellas han disfrutado, gozado de lo que hacían con ese niño, destrozándolo. Ellas construyeron una violencia a tal punto que llegaron a la psicopatía”, manifestó.
“El niño sufriendo y ellas disfrutando. Esto es punible y pedimos una sentencia ejemplar que tiene que ser perpetua si es que queremos recuperar valores de la dignidad humana”, reclamó Pelloni.
Martha Pelloni es una reconocida religiosa argentina de la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas, la cual bregó desde hace más de 30 años por los derechos humanos. Para la historia catamarqueña resulta importante, ya que encabezó las "Marchas del Silencio", durante el esclarecimiento del asesinato de la joven catamarqueña, María Soledad Morales.
Acerca del crimen de Lucio
Lucio Dupuy, un niño de 5 años, fue asesinado a golpes el 26 de noviembre de 2021 en la vivienda de la calle Allan Kardec al 2300 de la ciudad de Santa Rosa, donde residía con su madre y la pareja de ella.
Su mamá, Espósito Valente, fue acusada por el equipo de fiscales integrado por Walter Martos, Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Máximo Paulucci, de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía".
A Páez, en tanto, el MPF le imputa el "abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía".
La defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez, consideró por su parte que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no tuvo intencionalidad, ya que la imputada -que admitió haberle pegado a Lucio- "no buscó asesinarlo".
Por su parte, el defensor oficial Pablo De Biasi pidió la absolución de la madre de Lucio por ambos delitos, ya que "en el lugar de los hechos hubo una persona y no dos", al descartar la coautoría del homicidio. En su alegato, el defensor planteó que, en forma subsidiaria, si la madre de Lucio fuera hallada culpable, solo podría imputársele una conducta preterintencional.
El médico forense que hizo la autopsia al cuerpo de Lucio contó antes del juicio que "en 27 años de profesión" y tras haber intervenido en "32 casos de niños golpeados" nunca vio algo así.
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