Por el Día Internacional de la Enfermería, conmemorado todos los 12 de mayo, este medio pudo dialogar con una enfermera, cuyo amor por su profesión la llevó a participar de un evento histórico en la historia argentina.
Ester Algañaraz nació en San Juan pero vive en Catamarca desde hace 37 años y fue enfermera durante la guerra de las Islas Malvinas, en el año 1982.
Si bien ella no viajó a las islas del Atlántico Sur, se desempeñó arduamente en el continente asistiendo en el Hospital Naval Puerto Belgrano, el cual es la central de las tres Fuerzas Armadas argentinas, el Ejército Argentino (EA), la Armada de la República Argentina (ARA) y la Fuerza Aérea Argentina (FAA).
Contaba que en aquel entonces su grupo se componía de aproximadamente 170 enfermeras civiles.
El pasado 2 de abril, la Asociación de Enfermeras Civiles de Puerto Belgrano la convocó para portar la bandera de ceremonia y colocarla en la ofrenda floral en honor a los 649 soldados caídos durante la gesta de Malvinas.
“La enfermería es un don de Dios, es un llamado de Dios, porque es una profesión honorable”, expresaba Ester.