El profesor Mario Toro fue el maestro de ceremonia, iniciando con oraciones y cantos tradicionales que invocaban a la Pachamama, pidiendo su bendición y protección. El evento, realizado en el tercer patio de la histórica casona, reunió a un público que se unió en una ofrenda a la Madre Tierra, agradeciéndole por los frutos y la fertilidad brindados.
En un pozo especialmente preparado, los participantes depositaron frutas, verduras, granos, semillas, vino, cerveza y agua como muestra de gratitud. El profesor Toro explicó el significado de cada parte del ritual, mientras los presentes compartían historias y tradiciones. Este fue un momento de conexión con la comunidad y la Madre Tierra, lleno de alegría y gratitud.
La celebración continuó con un intercambio de experiencias y anécdotas, creando un ambiente de unión y respeto hacia las costumbres ancestrales. La comunidad mostró su compromiso con la tradición al cerrar el pozo con reverencia y prometiendo regresar el próximo año para rendir nuevamente homenaje a la Pachamama.
Finalmente, la corpachada no solo fue una ceremonia de agradecimiento, sino también una reafirmación del vínculo entre la gente y la tierra, destacando la importancia de preservar y respetar nuestras raíces culturales.