"El hermoso camélido no cedía un ápice en gracia y esbeltez a los antílopes y gacelas más estatuarios. Altísimo de patas y de cuello, con su manto imperial de la flor de lana del mundo (igual a la seda en suavidad, pero superior a ella en abrigo, ligereza y aguante), de ese color canela de oro llamado vicuña", así describía Luis Franco en Biografías Animales, a las criaturas de las que surgen una de las prendas más demandadas a nivel mundial en la actualidad.
"Me dijeron que mi trabajo en lana de vicuña fue de lo mejor que vieron en la feria", comentó a INFORAMA la artesana catamarqueña Zulema Liliana Gutiérrez, sobre su paso por la Feria Xtant en Palma de Mallorca, realizada entre el 9 y 13 de mayo en España.
Gutiérrez dijo que su trabajo pudo destacarse por tratarse de las prendas "más suaves y más finas del mundo", y que logró vender ya desde el primer día a ciudadanos estadounidenses.
Zulema afirmó que personas de India, Perú y México mostraron interés por esta fibra, que resulta de un "proceso largo de realizar". Muchas de las cuales, nunca habían visto la lana de "las dueñas del vellocino de oro", como las llamó aquel gran escritor belicho.
"Lo importante es venir a mostrar nuestra cultura y ver si se puede vender a futuro", destacó la artesana acerca de estas oportunidades de articulación, comercialización e intercambio cultural entre países.
No es menor resaltar que la Feria, bajo el lema "Raíces 2024" realizada en el Palacio Can Vivor, reunió a más de 80 actores destacados no sólo en lo textil, sino también del arte, la moda y el diseño internacional, de más de 20 países diferentes. Esta fue la primera vez que Argentina formó parte del encuentro, representada nada más y nada menos que por Zulema, integrante de la cooperativa Mesa Local de Laguna Blanca.
La tejedora, que asistió a España acompañada por el director de Artesanías de la Provincia, Gonzalo Cancino, esquila vicuñas que luego suelta, con el fin de obtener y producir una de las fibras más exclusivas y caras del mundo.
"Estuve en Mallorca 3 días de feria, Fue muy lindo, conocí gente de todo el mundo".
Zulema Gutiérrez
Lo hace a través de lo que describe como un trabajo "manual", ya que el proceso de hilado se realiza en un telar rústico y se trabaja la fibra de forma artesanal. De esta manera, obtiene prendas que ofrecen una inigualable suavidad y delicadeza, codiciadas por los consumidores más exigentes.
De su madre aprendió el arte al que se dedica desde los 17 años, y por el que su nombre empieza a resonar en las esferas más altas del mundo textil. Gutiérrez confecciona chales y ponchos que fueron premiados en dos oportunidades: en el año 2015 y 2018 con la distinción “Poncho Adquisición”, el premio mayor que se otorga a esta prenda en el Festival Nacional e Internacional del Poncho.
En su comunidad de origen, "una tierra llana, uno de esos lugares que las vicuñas ganan en caso de peligro mayor, pues allí les es fácil descubrir cualquier enemigo", como rezaba Luis Franco, viven aproximadamente 700 personas. Un gran porcentaje de ellas se dedica a preservar esta tradición, que se suele transmitir de padres a hijos, y que ahora repite Zulema con los propios.
"Nos dijeron que posiblemente vayamos a Santa Fe, México, una vez ya fuimos y la cooperativa vendió las prendas mejor que acá. Seguramente vamos a seguir saliendo con la ayuda del Gobierno y eso es lo mejor para poder seguir vendiendo", relató en forma exclusiva a INFORAMA.
Esta es la segunda vez que viajan al exterior y según resaltó, les sirvió "mucho para mejorar las ventas". Gracias al viaje se percató del uso que otros artesanos le dan a las nuevas tecnologías y que podrían serles de utilidad aquí. Y aprovechó la Feria para obtener contactos, ya que "sería buenísimo" que la cooperativa implementara la oferta online, que no utilizaron hasta el momento.
"Mis sueño fue trabajar y salir adelante con mis propios sacrificios (...) Y esta oportunidad que me dieron de representar a mi comunidad y a la cooperativa fue lo más".
Zulema Gutiérrez
También participó del conversatorio “Arraigados a la fibra” en la XTANT, en el que explicó el proceso que lleva adelante para obtener y transformar la fibra de vicuña en prendas de alta calidad.
Además integró el panel “Textiles: Los Antiguos Textos”, en la Casa de América, Madrid. Allí expuso sobre la importancia del textil como lenguaje y dio a conocer la cultura, el trabajo local y el estilo de vida de las comunidades.
"Nos dijeron que sería bueno mostrar nuestros diseños más importantes, que se transmiten de ancestro a ancestro, de generación en generación, que no se pierdan. A ver si se puede crear una escuela para que la gente no viva con los celulares todo el tiempo y que se dediquen mucho más a aprender a hacer tejidos", indicó.
Finalmente, pidió ayuda para conseguir herramientas que mejoren la rapidez de la producción. "Me dieron contactos y esperemos que se dé. Seguramente me hablarán para ver qué necesitamos en la cooperativa", manifestó.
"Dicen que nuestro pelo es el más fino del mundo-dijo una vicuña joven, coqueta doncella rubia de ojos negros": Biografías Animales, Luis Franco.