El Senado rechazó este jueves por amplia mayoría los pliegos del juez federal Ariel Lijo y del catedrático Manuel García-Mansilla para integrarse a la Corte Suprema de Justicia. En términos políticos, fue un fracaso del gobierno de Javier Milei, que propuso los dos nombres el año pasado e incluso se aventuró a nombrarlos por decreto a finales de febrero, tres días antes del inicio de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
Hubo posturas diferentes a la hora de votar a uno y a otro aspirante. Lijo obtuvo 27 votos a favor y 43 en contra, con 1 abstención (1 ausencia). García-Mansilla salió aún más derrotado: 20 a favor, 51 en contra (sin abstenciones y con una ausencia). En casi todos los bloques fue notable el contraste de criterios entre sus miembros.
Los representantes de Catamarca en la Cámara alta votaron de la siguiente forma: Lucía Corpacci (UP) y Flavio Fama (UCR) se pronunciaron en forma negativa sobre ambos pliegos; sin embargo, el peronista Guillermo Andrada (Convicción Federal) votó a favor de Lijo y en contra de García-Mansilla.
Para blindar el resultado fue clave la decisión del bloque peronista, donde pesa la voz de Cristina Kirchner. Primero aseguró la conformación del quórum y después aportó los votos requeridos para voltear las dos designaciones. Alcanzaba con el voto de un tercio de los presentes para sepultar los pliegos; el número se superó cómodamente.
Lijo y García-Mansilla necesitaban el respaldo de los dos tercios de los presentes para convertirse en jueces de la Corte. En el caso del catedrático, consiguió esa mayoría agravada, pero en sentido contrario a sus aspiraciones.