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Santo del día 12 de abril: San Zenón

Por Redacción Inforama

San Zenón, un obispo de Verona, fue martirizado bajo el gobierno de Galieno y es reconocido en el Martirologio Romano en el día 12 de abril. Aunque en “De viris illust.” de San Jerónimo y Genadio no se menciona a Zenón, San Ambrosio lo describe como un episcopus sanctae memoriae, y San Gregorio narra un milagro que ocurrió en la Iglesia de San Zenón en Verona.

La Iglesia de Verona honra a San Zenón con una basílica en su nombre, mientras que cerca de treinta iglesias y capillas llevan su nombre en su honor. En la basílica, su estatua en el coro lleva una insignia episcopal, y las monedas con su inscripción y efigie se utilizaban como un símbolo de su reconocimiento. El 21 de mayo y el 6 de diciembre se conmemora formalmente su traslado de restos y consagración.

¿Cuándo vivió?

Mientras que la controversia sigue sobre el momento en que vivió San Zenón, si se aceptan dos o uno de los obispos de Verona con el mismo nombre y sobre la autoría de los sermones, los hermanos Ballerini publicaron "S. Zenonis episcopi Veronae sermones" en 1739, con un elaborado prolegómeno. Los sermones contienen valioso material sobre la doctrina cristiana, la práctica y la liturgia, así como advertencias contra los vicios de la época.

San Zenón fue un hábil orador y un incansable defensor de la cristiandad contra los paganos y de la ortodoxia contra los arrianos. La casulla (casula diptycha) del siglo VIII encontrada en el Monasterio di Classe en Rávena, que contiene los nombres e imágenes de los treinta y cinco obispos de Verona, incluye a Zenón como el octavo. Esta lista fue admitida por Gams en su “Series episcoporum”.

En 1508, dos dominicos, Alberto Castellano y Jacobo de Leuco, editaron en Venecia 105 tractatus o sermones encontrados en la biblioteca episcopal de Verona cincuenta años antes, siendo la primera vez que San Zenón fue reconocido como escritor. Doce de los sermones han sido rechazados como pertenecientes a otros autores, y el resto contiene dieciséis sermones más grandes y borradores o fragmentos. En conjunto, estos sermones proporcionan información valiosa sobre Dios, la creación, la Santísima Virgen, la Sagrada Escritura, la Iglesia y los sacramentos.