Política

La Diócesis de Catamarca pidió que el RIGI sea favorable a la mayoría de la población

Su referente, Luis Segura sugirió que los legisladores tengan presente el principio de vida común y los resultados positivos y negativos que las actividades extractivas tuvieron hasta el momento.
Por Redacción Inforama

La Pastoral Social de la Diócesis de Catamarca, se sumó al debate sobre el RIGI. Su referente, Luis Segura expresó “que cualquier decisión que se tome, ya sea por el sí o por el no, estén argumentadas y que cada una tenga presente el principio de vida común, es decir, que sea favorable a la mayoría de la población de Catamarca”.

En diálogo con INFORAMA RADIO aconsejó que al analizar el proyecto, se considere el avance en la calidad de vida de la población, la generación de empleo genuino con la prioridad en la mano de obra local, durabilidad, buenos niveles salariales. Y que se optimicen los controles y la protección del medio ambiente y que el debate “sirva para fijar un norte definitivo, productivo y económico de todas las economías regionales”.

Segura solicitó que se tenga en cuenta la idiosincrasia de la gente y que haya licencia social de parte de las poblaciones próximas a los enclaves productivos. “No es lo mismo la gente del interior que de acá del Valle Central, cada uno tiene su costumbre, su cultura y también que haya equidad de acceso al trabajo, derecho a una respetable calidad de vida y prosperidad en su ambiente equilibrado y que se respeten por supuesto los recursos naturales vitales, entre ellos el agua”, expresó.

Debido a este tema, la Pastoral preparó un documento que pusieron a disposición en diferentes medios, y en el que plantearon la necesidad de un consenso de "opiniones partidarias, corporativas e ideológicas" que escuchen a asociaciones profesionales, asesores y expertos, "además de sostener sus propias convicciones personales”.

También pusieron la mirada en el cambio climático que requiere respuestas con una “visión integral, global y de largo alcance” con el fin de plasmar obras “que sirvan tanto para la presente generación de catamarqueños como las venideras”.

En ese mismo tenor, expusieron que si bien “con cierta lógica, por su actualidad y potencial, se pone énfasis en la posible aplicación del RIGI a la actividad minera”, la provincia también posee otros recursos que podrían ser objeto de inversiones como el potencial geotérmico en Antofagasta de la Sierra y en el norte de Belén.

Asimismo, la energía solar a través de la instalación de campos de paneles fotovoltaicos para generar energía eléctrica, o el turismo que es una “industria sin chimenea”.

Además comentaron que la provincia requiere de diversas tecnologías actualizadas para promover y formar a los jóvenes en el uso de las nuevas tecnologías e informática.

“A nosotros no nos invitaron al debate, nos invitamos solos haciendo este aporte”.

Luis Segura, referente de la Pastoral Social de la Diócesis de Catamarca

También pidieron que se evalúen si entre los entre los saldos positivos se pueden acreditar: rutas, redes de telecomunicaciones, nuevos servicios de agua potable, ampliación de redes de energía eléctrica, construcción de establecimientos educativos, qué se hizo para mejorar la seguridad, cuántos hospitales se construyeron y como evolucionó el empleo privado y público, etc.

“En cuanto a los saldos negativos sería conveniente que se detalle si hubo: contaminación del agua, suelo y aire, pérdida de biodiversidad, inmigración, daños en viviendas y sitios arqueológicos, disminución de flora y fauna (…) y analizar cuál fue el proceso y resultado final en el aspecto medio ambiental”, puntualizó,