El Gobierno decidió aplazar los incrementos en las tarifas de luz, gas y combustibles que estaban programados para entrar en vigor este mes de mayo. La decisión responde al objetivo de consolidar la baja de la inflación y mantener el superávit.
Desde la Secretaría de Energía, dirigida por Eduardo Rodríguez Chirillo, se había establecido una actualización automática de las tarifas para evitar un retraso en los ingresos de las empresas distribuidoras y transportistas. Sin embargo, esta postergación afectará también la actualización del impuesto a los combustibles, que se evaluaba dividir en dos tramos.
El Gobierno planea emitir un decreto que diferirá la fecha de efecto de la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024. Respecto a las tarifas de energía, los entes reguladores aún no publicaron los cuadros tarifarios correspondientes al mes de mayo.
Se está evaluando la magnitud de las subas y cómo pueden aplicarse, considerando los fuertes aumentos registrados en los primeros meses del año. Las empresas distribuidoras de electricidad, gas y transporte de gas están al tanto de las actualizaciones previstas, que rondarían el 10,7%, 12,5% y 12%, respectivamente.
La suspensión de estas subas generó preocupación en el sector, ya que podría afectar la cadena de pagos y la normalización de los pagos pendientes a generadoras. Las deudas acumuladas con CAMMESA, empresa encargada de la comercialización de la energía, ascienden a unos USD 2.000 millones en lo que va del año.
El Gobierno reconoce la necesidad de ajustar las subvenciones a las tarifas para consolidar el superávit fiscal en 2024. Sin embargo, la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE), que se esperaba primero en abril y luego se pospuso a mayo, ahora está prevista para junio o julio. Este retraso se debe a la dificultad en el entrecruzamiento de datos necesario para determinar qué hogares continuarán con la asistencia en sus boletas.
A pesar de la demora, se espera que la mayoría de los usuarios siga pagando menos del 10% del costo real de la energía consumida.