El ministro del Interior, Guillermo Francos, convocó a la cúpula de la CGT para una reunión este miércoles en la Casa Rosada. Este encuentro marca el primer acercamiento oficial entre los representantes sindicales y la administración de Javier Milei.
El propósito principal es calmar las tensiones y evitar un segundo paro general contra las políticas del gobierno. La convocatoria se produce un día antes de la reunión prevista por la CGT para discutir la posibilidad de una protesta el 1° de mayo, que incluiría un acto en la Plaza de Mayo con movilización.
Además, un grupo de sindicalistas se reunirá con senadores en busca de apoyo legislativo para oponerse a la reinstauración del impuesto a las ganancias de cuarta categoría, una medida que afectaría a casi un millón de trabajadores.
Desde el inicio de la gestión de Milei, la relación entre el Gobierno y la CGT fue tensa. A excepción de algunos encuentros informales, como el de Armando Cavalieri con la ministra Sandra Pettovello, los sindicatos no tuvieron un canal oficial de comunicación con el gobierno libertario.
Aunque el gobierno mostró interés en impulsar una reforma laboral, se espera que esta sea más moderada que la inicialmente propuesta. En el ámbito legislativo, el oficialismo en la Cámara de Diputados podría dar impulso a un proyecto conjunto con la oposición para modificar la legislación laboral, mientras la Corte Suprema o el Congreso definen la suerte del Decreto de Necesidad y Urgencia emitido por Milei.
Líderes sindicales como Héctor Daer y Andrés Rodríguez expresaron su disposición a consensuar una reforma laboral, siempre y cuando no se afecten aspectos fundamentales como las multas por contratación irregular o los períodos de prueba.
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