Esta semana el jefe comunal de El Alto Ariel Ojeda se vio envuelto en un grave escándalo luego de que Mario Rodolfo Arévalo de 44 años se presentara en la Comisaria de El Alto para denunciar a Ojeda porque se presentó a su lugar de trabajo y le propinó un golpe de puño, sin mediar palabra. Como consecuencia, el hombre dijo que tiene el tabique nasal fracturado.
El mundo de la política no tardó en hacerse eco de lo sucedido, por caso, la Unión Cívica Radical, expresó su repudio al acto violento.
“La intolerancia de Ojeda es recurrente en amedrentamientos, persecuciones, discriminación y abusos de poder. Los trabajadores de El Alto no callarán más este tipo de accionar de quienes se creen “dueños del municipio” y de las personas, condicionando la forma de pensar y castigando a quienes no se someten a sus caprichos”, indica parte del comunicado.
Teniendo en cuenta que a más de 24 horas de sucedido el hecho, “Ojeda no se ha disculpado y no ha asumido su accionar violento; por lo que pedimos expresamente a nuestros ediles que analicen la situación de Ojeda, y actúen en consecuencia aplicando la sanción correspondiente como órgano de contralor de las acciones del intendente”.
Por último, la misiva redactada por las autoridades partidarias reza: “La violencia institucional y política, es un comportamiento que debe ser desterrado de raíz de nuestras instituciones. No cabe en ellas ningún tipo de actitud reñida con la intolerancia, la discriminación o el ejercicio de la violencia física, máxime cuando se manifiesta como forma de imponer el autoritarismo violento e intolerante”.
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