Opinión

Las Termas de Fiambalá, entre el consenso y el atropello

En 2022, el Gobierno presentó a la comunidad fiambalense un proyecto para remodelar el Complejo Termal. Era la primera de dos audiencias públicas previstas antes de la puesta en marcha. Pero a los pocos meses contrató una empresa y colgó un cartel de obra, lo que provocó una fuerte reacción en contra. Ahora decidió barajar y dar de nuevo.
Por Marcelo Sosa

¿Cuál será la suerte del principal activo turístico natural de Catamarca? Hace dos años, el Gobierno provincial y el municipio de Fiambalá presentaron a la comunidad local el proyecto de remodelación del Complejo Termal. Aunque la recepción fue favorable en general, quedaron muchas dudas y la gente pidió conocer más detalles. El compromiso oficial entonces fue aclarar todo en una segunda audiencia pública. Pero la Provincia avanzó igual y contrató a una empresa constructora. Y sucedió lo que debía suceder: tuvo que dar marcha atrás ante el rechazo social. Una vez más, el Gobierno comprobó que el atropello no funciona en democracia.

El boom turístico de los últimos años en el Oeste de la provincia, especialmente en la Puna y en las Termas de Fiambalá, demostró que la capacidad receptiva es claramente insuficiente. De hecho, los principales polos de atracción se ven colapsados en temporada alta.

En el caso de las termas, la capacidad actual es de 250 personas por turno y se dan 3 turnos por día. En temporada alta, como Semana Santa e invierno, se implementa un esquema de hasta 5 turnos diarios. Es decir, un máximo de 1.250 visitantes por jornada. Pero a Fiambalá llegan entre 6.000 y 7.000 turistas por día en esos periodos y la mayoría lo hace en busca del ansiado relax termal. O sea, es un hecho que demasiada gente se queda con las ganas.

Esos datos fueron suministrados esta semana por el secretario de Turismo de Fiambalá, David Cabrera, en una entrevista telefónica con el programa El Ágora”, de INFORAMA, que se emite los martes de 21 a 22 por Tveo Catamarca.

Además, el funcionario aclaró que la localidad dispone entre 2.300 y 2.500 camas, buena parte de las cuales son casas de familia con baño compartido. Y por lo tanto es un hecho que la mayor parte de los turistas se aloja en localidades aledañas, como Tinogasta, Belén y Aimogasta (La Rioja), y hasta en la propia capital catamarqueña.

Sin embargo, el mayor cuello de botella se da en el complejo termal, donde todo es exiguo: el estacionamiento, el acceso, la cantidad de piletones, un solo restaurante-comedor con un menú básico. Los empleados carecen de indumentaria apropiada y atienden con ropa de fajina municipal. Aparte, la mala conectividad en toda la zona y el hecho de que las entradas solo pueden comprarse en la oficina de Turismo en la plaza de la localidad. Un auténtico despropósito en plena era digital.

Primera audiencia

Para dar respuesta a una parte de esas carencias, el 29 de julio de 2022 se llevó a cabo la primera audiencia pública para tratar el denominado proyecto de “Revitalización y puesta en valor de las Termas de Fiambalá”. Un trabajo realizado contrarreloj por el Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles de la Provincia, entonces a cargo de Eduardo Niederle.

La presentación se hizo en el Centro Cultural de Fiambalá; estuvo encabezada por la intendenta Roxana Paulon y por cuatro profesionales del ministerio. Participaron legisladores provinciales y municipales, operadores turísticos, comerciantes y vecinos de la localidad.

La exintendente Roxana Paulon abrió la audiencia de presentación del proyecto.

La puesta en común fue de la primera etapa del proyecto, que incluye tres puntos centrales: accesibilidad, conversión y refacción del comedor y construcción de nuevos piletones, con el fin de aumentar la capacidad de visitantes. Según explicó uno de los arquitectos del ministerio, se trata de una “intervención controlada”, es decir, sin cerrar el complejo, con un plazo de obra de 8 meses.

Los detalles salientes son:

  • Jerarquización del ingreso.
  • Accesibilidad: rampa para minusválidos y montacarga-elevador en el ingreso.
  • Construcción de puentes ecológicos (pasarelas).
  • Construcción de un spa (masajes y fangoterapia)
  • Instalación de camastros.
  • Piletas: a las 13 piletas actuales se sumarán 8 más. Incluirá un sistema de desagote con cañerías subterráneas.
  • Restorán: será de dos plantas con una terraza-mirador.

Además, los técnicos señalaron que está previsto implementar un sistema de alarmas al estilo de lo que se hizo en el río Ambato, en El Rodeo, con el fin de alertar ante aluviones, que suelen arreciar con fuerza en el verano.

Entre otros aspectos, algunos participantes hicieron planteos por el saneamiento de los títulos de la tierra (un total de 400 hectáreas, que incluye el complejo termal y que estaban a nombre de un extranjero), cuya expropiación fue ordenada por el Ejecutivo provincial; y por la necesidad de contar con un estudio de impacto ambiental aprobado antes de iniciar la obra.

Respecto a lo primero, la escritura definitiva de las termas a favor del municipio de Fiambalá no la recibió Paulon sino su sucesor, el intendente radical Raúl Usqueda. En cuanto al impacto ambiental, a la fecha de la audiencia aún no había comenzado el proceso de rigor. Es decir, no se podía mover una sola piedra del complejo sin caer en una inaceptable violación normativa.

Como sea que procedan, nunca olviden que este es nuestro tesoro más preciado”, advirtió a las autoridades una mujer del público que fue aplaudida con entusiasmo.

Las Termas de Fiambalá, tal como están hoy. El proyecto prevé construir 8 nuevos piletones.

Respecto al financiamiento, Paulon aclaró que hasta allí contaban con un presupuesto total $300 millones para realizar la primera etapa de la obra. Pero la segunda no tenía fondos asegurados. “¿Y qué pasaría si usted no es reelecta en el cargo el año próximo? ¿La obra se hará igual?”, inquirió con agudeza una joven. Paulon respondió que la mejora de las termas era una “decisión firme” del Gobierno provincial.

La primera audiencia pública concluyó con buenas sensaciones en el público, aunque con muchas dudas por los planteos sin respuesta. Interrogantes que, según prometieron entonces Paulon y los funcionarios de Infraestructura y Obras Civiles, serían salvados con mayor precisión en la segunda y última audiencia pública.  

En marcha, contra todo

Transcurrió un año y la segunda audiencia para abordar el proyecto de remodelación de las termas no fue convocada. En cambio, el ministro Niederle procedió con su acostumbrado estilo avasallador: contrató a la empresa “Bracamonte Construcciones” a través de una licitación privada y le asignó la obra con un presupuesto de $574 millones y un plazo de un año. Y para que no quedaran dudas, mandó a colocar el cartel respectivo en el ingreso del complejo termal.

El controvertido cartel de obra colocado por la cartera de Infraestructura en el ingreso al Complejo.

La reacción al avance autoritario no se hizo esperar. La Asociación de Empresarios Turísticos Fiambalenses remitió en agosto de 2023 una nota al gobernador Raúl Jalil en la que expresaron estar “decepcionados por la forma en la que algunos funcionarios del Gobierno están manejando la cuestión”.

Recordaron que “precisamente el 29 de julio de 2022, hubo una audiencia pública en Fiambalá, que tuvo como anfitriona a la intendenta Roxana Paulon y contó con la presencia del equipo del Ministerio de Infraestructura de la Provincia”.

Que en tal ocasión “el proyecto no fue aprobado por la comunidad, por lo que las autoridades se comprometieron a realizar los cambios solicitados y volver con la presentación. Jamás volvieron, o al menos jamás se volvió a citar a la comunidad para mostrar los cambios realizados”.

“Esta asociación promueve el desarrollo y está dispuesta a acompañar a las autoridades si desean realizar obras en beneficio de los fiambalenses y turistas, pero las cosas deben ser claras y no se puede pasar por alto la voz de una comunidad toda, que se manifestó en audiencias públicas”, agregaron.

Más aún: “Exigimos que se respete nuestro preciado tesoro natural e identidad cultural y que se nos informe detalladamente qué se pretende realizar y de qué manera, en qué plazos y cuáles son las medidas que tomarán para mitigar las molestias que toda obra ocasiona”, finalizaron.

Barajar y dar de nuevo

Frente a la enérgica reacción del sector turístico fiambalense, el Gobierno decidió frenar la obra y mandó al freezer el contrato con la empresa constructora. Sin embargo, no llamó a una nueva audiencia pública.

Al margen del característico modo arbitrario de Niederle, era evidente que el Gobierno quiso apostar una carta decisiva a la reelección de Paulon, que en octubre de 2023 competía en busca de su tercer mandato al frente de la intendencia de Fiambalá. Consideraba que el mejor apoyo era poner en marcha en ese momento la remodelación del principal atractivo turístico.

No obstante, la propia Paulon se dio cuenta que más que apoyo, el arranque de la obra en esas condiciones representaba más bien un salvavidas de plomo. Y así lo hizo saber en un comunicado de prensa oficial de la comuna. “El municipio retiró el cartel colocado de manera inconsulta por un área del Gobierno, a fin de no crear mayor expectativa en la población, que espera la puesta en valor del Complejo”, indicó.

Y además señaló que la obra en el Complejo Termal “se pospuso por una decisión del Gobierno provincial en base a relevamientos técnicos”. No dio más detalles.

Pero ya era tarde para revertir el impulso de cambio que había empezado a crecer en la localidad: en octubre de 2023, Paulon perdió en las urnas frente al desconocido Usqueda por medio centenar de votos. El caso de las termas fue solo uno de varios yerros oficiales que la comunidad puso en la balanza.

En diciembre se produjo un recambio de algunas autoridades en el Gabinete provincial. En lo que respecta al área de Infraestructura y Obras Civiles, asumió el contador Juan Alberto Marchetti, exsecretario de Hacienda del intendente capitalino Gustavo Saadi, en tanto que Niederle pasó a la cartera de Agua, Energía y Medio Ambiente.

En los últimos días, fuentes oficiales confirmaron a INFORAMA que el Gobierno tomó la decisión de convocar a la segunda audiencia pública antes de fin de año para abordar el proyecto de revitalización y puesta en valor de las Termas de Fiambalá. Sería el mismo modelo presentado en 2022.

La intención es debatir a fondo los aspectos centrales de la obra, despejar dudas y poner fecha de inicio. En otras palabras, un intento que pretende superar el fracaso de la estrategia política del “si pasa, pasa”, tan habitual estos años.