La clase política parece que viviera en otro planeta o por lo menos sus preocupaciones no son las del común de la sociedad.
La dirigencia, no toda claro, plantea cuestiones muy alejadas a lo que la sociedad reclama o por lo menos le preocupa: inflación, pobreza, salud, empleo, educación.
El eje de las discusiones de quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de los argentinos están más alejados que nunca de las preocupaciones diarias de los habitantes de nuestro país.
La ampliación de la Corte de Justicia, en todas sus variantes; el apoyo a países de dudoso sistema democrático, el ataque al rival de turno, son algunos de los temas donde las energías de nuestros políticos se consumen.
Ni hablar, claro, del camino hacia las elecciones del año próximo. Objetivo lejano para el común de los ciudadanos pero que la “clase” política ya piensa en candidaturas, estrategias, alianzas y todo lo que se pueda imaginar la “ingeniería” política para mantener el poder o para alcanzarlo.
Viven, nuestros dirigentes, como en otro planeta. Muchas veces alejados de los hoy preocupantes temas que golpean a gran parte de la sociedad.
La pobreza superior al 60 por ciento -según el estudio del laboratorio social de la Universidad Católica Argentina- no es más que un cachetazo para los fríos sentimientos de una clase cada vez más alejada de la realidad y de las preocupaciones mundanas.
Como si se tratara de seres de otro planeta, la clase dirigente nacional, pelea por temas que hoy solo a ellos les interesa.
Mientras tanto, la sociedad espera soluciones a los problemas urgentes, pero también proyecto del país que supuestamente nos merecemos.
Es Argentina el país con la inflación más alta de la región, salvo Venezuela, y con los niveles más elevados de pobreza a pesar del potencial que tiene un país productor y en eterna búsqueda de industrializarse.
Viven, nuestros dirigentes, como en otro planeta. Muchas veces alejados de los hoy preocupantes temas que golpean a gran parte de la sociedad.
Las peleas entre oficialistas y opositores forman parte de un reality show al que solo disfrutan los integrantes de esa clase y los aplaudidores de turno que les toca alguna migaja que deja el planeta político.
Si bien la inflación, la inseguridad y la falta de rumbo económico del país son los temas que hoy más preocupan a los argentinos según un estudio realizado por una consultora y publicado por Infobae, no forma parte evidentemente de la agenda política de una clase cada vez más asentada en su planeta y alejada del común de la gente.
Naturalmente, sería equivocado plantear lo que la “gente” piensa porque plantearía una irresponsabilidad y arrogancia, que algunos dirigentes si se atribuyen.
Pero no es ilógico pensar o analizar con los estudios realizados por instituciones respetadas como UCA, UNICEF o el propio INDEC que los temas de preocupación de la comunidad pasan por otro lado a millones de años luz de los que hoy plantean y discuten los políticos.
A la espera de soluciones una sociedad perpleja mira como el Congreso de la Nación sesionó muy poco en lo que va del año, como sus principales preocupaciones son ninguneadas por el mano a mano que en algún canal de noticias tienen oficialistas y opositores.
Mientras tanto en el planeta realidad, la comunidad espera alguna señal que alguna vez oficialistas y opositores buscarán fijar los ejes de trabajo común que saquen al país de la difícil situación que nos toca vivir.
Claro, es que desde el planeta de los políticos la inflación y la pobreza se ven muy lejos, casi no se sienten.
Es un planeta, el de algunos políticos, donde la mayoría de los argentinos no podemos llegar.