En Catamarca tenemos nuestros héroes y heroínas que participaron en el conflicto bélico que se desarrolló entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, poco más de dos meses.
En esos 74 días, se estima que 118 catamarqueños estuvieron en el frente de batalla, mientras que otros 400 soldados fueron movilizados hacia el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur.
Según datos del Centro de Ex Combatientes de Malvinas Catamarca, son 105 los veteranos oriundos de nuestra provincia que desempeñaron su rol en las islas y que permanecen activos, aunque muchos de ellos no viven actualmente en Catamarca.
Hay cinco catamarqueños que perdieron la vida defendiendo nuestra soberanía:
- Mario “el Perro” Cisnero (Capital), Mario Rodolfo Castro (Tinogasta) y Eduardo Federico Marcial (Santa María), murieron en combate. Los restos de Cisnero como el santamariano Marcial fueron identificados en el 2018 por el equipo forense del Comité Internacional de la Cruz Roja en el Cementerio de Darwin.
- Robustiano Barrionuevo (Andalgalá) y Carlos Alberto Valdez (Tinogasta), fallecieron en el hundimiento del crucero General Belgrano, junto a otros 300 compatriotas, en lo que significó la tragedia naval más importante de la historia de nuestro país.
Enfermeras de Malvinas
Hace pocos años, también sumamos al listado a nuestras heroínas: las enfermeras de Malvinas.
A riesgo de hacer omisiones injustas, hay catamaqueñas que hace pocos años fueron reconocidas por su labor humanitaria en la Guerra.
Ramona del Valle Nieto y Ester Antonia Algañaráz (nacida en San Juan pero radicada hace años en Catamarca), ambas enfermeras, recibían a los heridos en el Hospital Naval de Puerto Belgrano, en Punta Alta, Provincia de Buenos Aires.
Cuando comienza el conflicto armado en abril de 1982, Ramona estaba embarazada. Por su parte Ester fue una de las promotoras para que se reconozca la labor de las enfermeras de Malvinas, historia que hoy está plasmada en el libro “Mujeres Olvidadas de Malvinas”, de Sandra Elizabeth Solohaga.