La esquina de Prado y Rivadavia no volverá a ser la misma. Desde hace unos días la ochava del Hogar de Ancianos Pan de los Pobres de San Antonio se transformó en un imponente mural que tiene la figura de Lionel Messi con la Copa del Mundo.
Se trata de una obra artística que tiene un significado mucho más profundo, que cuenta una historia de tenacidad y superación.
El mural se llama "Destino", tiene aproximadamente 5x3 metros y nació gracias a la idea de dos artistas bien catamarqueños: Juan José Arévalo y Juan José Yapura, quienes conforman "Epicentro", un grupo de arte urbano interdisciplinario.
Ellos con el fruto de sus trabajos van armando los fondos para poder costear los materiales. Su próximo objetivo es poder adquirir aerógrafos, lo cual les permitirá ser más eficaces aún.
"No podíamos dejar pasar por alto un suceso tan importante para el deporte", explicaron. La obtención de la Copa del Mundo involucró a todo el plantel, pero el foco de este mural es el capitán Lionel Messi y su historia de perseverancia.
"Elegimos la figura de Messi por su historia de vida, su trayecto donde inicia como un niño prodigio y se va convirtiendo en un astro", explicó el belicho Yapura a INFORAMA.
Precisamente, se puede observar cómo la estela de la tercer estrella no hace un trayecto completamente ascendente, sino que es irregular, representando distintas pruebas y derrotas que el rosarino tuvo que superar. A un costado, con colores más oscuros, se presenta la figura de otros dos héroes mundialistas (Mario Alberto Kempes y Diego Maradona) que alcanzaron la gloria. Inevitables y odiosas comparaciones ante cada uno de los obstáculos. Para los artistas de Epicentro, "el espíritu perseverante fue el constructor de su propio destino".
Este binomio "Juan José", docentes y artistas visuales, ya lleva 17 murales realizados y tiene proyectados cuatro más a la brevedad. Varios de ellos fueron galardonados a nivel nacional. Trabajan juntos desde Los artistas vivieron el Mundial de Qatar de una forma particular.
Mientras se disputaba la competencia, ellos pasaban horas trabajando en el mural de avenida Alem, entre San Martín y República. Una obra que homenajea a los trabajadores de la salud pública. Los partidos de la Scaloneta los escuchaban por la radio, mientras le iban dando vida a la pared. Fue allí que imaginando las gambetas, las atajadas y emocionándose como todos, empezaron a charlar sobre realizar algo alusivo.
Diferente a pintar en un bastidor dentro de un taller, hacer un mural expone a los artistas a la devolución instantánea de los transeúntes. Los chicos de Epicentro explican que buscan y agradecen ese tipo de contacto. "Se acercó gente de todas las generaciones, se quedaban a conversar, a aportar, a dar sus impresiones y a buscar entender lo que uno iba haciendo", dijo uno de los Juan José.
Esta obra es la que mayor devolución y repercusión les trajo en tan poco tiempo.
La entrevista, que se hizo en esa ochava, se vio interrumpida numerosas veces por el reconocimiento de las personas que advertían que estaban frente a los autores del mural. La gente conecta con la historia que cuenta el mural de forma inmediata.
La experiencia les hizo pulir sus técnicas y no solo eso, también fueron aprendiendo a elegir mejor las paredes para que el sol no altere los colores tan rápido.
Otra cosa que en Epicentro definen sobre el arte urbano, es que va más allá de lo personal y las vivencias propias; "las obras hablan de las cosas que atraviesan a la sociedad".
"Nos gustaría que sirva de motivación para perseverar, que ver a Messi aquí sirva para encontrar un referente de ese espíritu perseverante y que todos puedan alcanzar su estrella", dicen.
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