Catuchas

Vicky Doyle, el baterista de la peatonal Rivadavia: "Cuando llegué a Catamarca entendí todo"

Vicky Doyle, como le gusta que le digan, es un artista integro. Él se desenvuelve como baterista desde que tiene 6 años, gracias a unos primos que le enseñaron el oficio. Una larga trayectoria acompaña a este gran músico y hoy en Inforama te la contamos.
Por Lourdes Costanzo

Vicky Doyle, tiene 57 años (cumple 58 el 30 de agosto, para quienes quieran dejarle regalo en la gorra) es oriundo de Buenos Aires. Aunque todos ya lo adoptamos como un catamarqueño más y es que el siempre se encuentra en la esquina de la peatonal Rivadavia y San Martín regalando parte de su arte a la gente que pasea por ahí.

A los seis años, en la ciudad de La Plata sus primos le enseñaron a tocar la batería y desde ese día todo cambio, "a partir de ahí mi vida fue una batería" expresa Vicky a Inforama y agrega "lo que nunca imagina es estar tocando anime japonés en la esquina de la peatonal".

Vicky Doyle, siempre presente en la esquina de Rivadavia y San Martin.

A lo largo de su vida Doyle hizo muchísimas cosas, actuar, producir, colaborar con grandes músicos y sobre todo estudiar. "Soy musico y terapeuta musical" nos explica. Un día el artista tuvo que elegir que quería hacer con su vida: "desde Capilla del Monte, puse en YouTube 'músicos callejeros' (...) y cuando vi los videos me inspiró y decidí probar".

Vicky y sus hijos ya habían tocado en la peatonal Rivadavia mucho tiempo atrás, incluso antes de que él se vaya a Córdoba a probar suerte. Cuando el artista se replanteó su vida, decidió regresar a Catamarca.

"Cuando llegué a Catamarca entendí todo" dice con gran cariño el artista quien también asegura que la provincia no lo ha dejado ir. Hoy, él se siente catamarqueño de corazón porque no importa donde uno nazca sino donde uno ama. Respecto al público catucho, Doyle afirma que el recibimiento fue impresionante, algo que nunca imaginó. "La gente me preguntaba dónde estuvo usted o me decía hace dos años que no lo vemos".

En cuanto a su arte: cuenta que con el tiempo se pudo armar un set de batería transportable, ya que vive lejos y por su edad tenia que tener un instrumento cómodo. "Lo que yo hice fue conjugar al músico y al terapeuta. En la calle busco mandar un mensaje popular y entendible, que se puede interpretar en la expresión y en el corazón".

Si estás de paseo, llégate a saludar a Vicky Doyle, que seguramente te va a abrazar con todo su arte y simpatía en la esquina de la Rivadavia y San Martin.

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