Si venís con un mal día, lo mejor que te puede pasar es subir a un colectivo 202 de la empresa GM. Quizás tenga la suerte de encontrarse a Daniel Eloy Bastía al volante.
Daniel tiene 35 años de profesión como chofer, trabajó en COTCA, en El Nene y en otras empresas hasta llegar a Guido Moguetta. Lo que siempre lo caracterizó, además de su eficiencia para manejar fue su sonrisa y su amabilidad con los pasajeros.
Hace poquito, una pasajera decidió subir una foto de él a Facebook y remarcar sus cualidades. “Quiero destacar a este chofer, realmente jamás lo vi con un mal día. Mucho respeto tiene hacia los pasajeros, desde el más pequeño hasta el mayor. Que Dios lo bendiga y contagie un poquito”, escribió Lo Córdoba.
La publicación fue un éxito instantáneo y se viralizó: fue compartida más de 400 veces, obtuvo cientos de comentarios y reacciones positivas. Ser viral por ser amable.
"Buenos días, buenas tardes, muchas gracias"
Inforama buscó al “colectivero crack”, que contó que tiene muchos valores porque así le enseñaron sus padres. “Respetar al otro con un buen día, buenas tardes, que le vaya bien”, dice. “Que a pesar de todos los problemas poder dar una amabilidad o atención a la gente que por ahí va medio apurada o preocupada, para mi es algo normal”, explica Daniel, que además es hincha de River y bien familiero (tiene seis hijos).
Él está convencido que puede mejorarle el día a una persona con su amabilidad: “cuando a uno lo tratan bien desde que pone el pie en el escalón del colectivo, se siente más cómodo, contenido. A mis pasajeros los veo que se van conformes, siempre saludan”. "Me doy cuenta si alguien va mal y le digo 'tranquilo, ya va a pasar, todo tiene solución' y a partir de ahí se relajan un poco".
Verse en Facebook, reconocido por ser un buen tipo, lo puso contento. Hasta ligó una felicitación de la empresa, pero no se le sube a la cabeza. “La repercusión que tuvo eso nos ayuda a sentirnos bien, como intento hacer sentir a todos. Es mutuo el cariño y respeto entre pasajeros y choferes”, dice con claridad.
La música calma las fieras
Daniel entiende que la música calma las fieras y usa esa sabiduría en sus recorridos. "A mis pasajeros según el horario, a la mañana les pongo música suave porque van dormidos, vamos tranquilos así juntan ganas de trabajar. A eso de las 10 de la mañana ya meto unos cuartetos, un rock y ya llegan a la casa con ganas de agarrar la escoba y limpiar contentos. cerca del mediodía cuando están todos loquitos les vuelvo a poner una música suave, unos temas románticos así van mansitos, los viejitos van haciendo 'tac tac' con el piecito".
Testigo de historias
Con su larga trayectoria en bondis, Daniel vio a muchas personas crecer arriba de los colectivos. Vio historias de amor increíbles concretarse, sintió el dolor de alguna amargura ajena como si fuera propia y siempre escucha con atención a los adultos mayores ("algún día voy a llegar y quiero que me traten de la misma manera", explica).
"Me pasó de ver subir parejitas, que luego se casan, después aparece ella embarazada y al tiempo ya suben con un niño". Con el buen humor siempre presente, nuestro colectivero crack bromea: "Y yo no veo las horas que las criaturas cumplan los cinco años así ya le puedo cobrar el boleto y recaudo más". También vio a chicos subirse desde que arrancaron la escuela hasta que se recibieron de alguna carrera universitaria.
Cuando camina por la peatonal Rivadavia, o cuando anda paseando con su compañera y sus hijos, los pasajeros lo reconocen y lo saludan con cariño: "me dicen eeh amigo colectivero y sonríen". Qué tipazo.
Ser colectivero, un orgullo
"Es una responsabilidad muy grande llevar pasajeros. La profesión nuestra es muy estresante, complicada, pero gratificante con estas cosas", reflexiona.
"Ser colectivero para mí es un orgullo", responde Daniel. "Uno tiene que sentirse orgulloso de lo que uno es, de tener unos buenos hijos y cada día tiene que darle el ejemplo a todos, no solo a ellos", filosofa. Al recordar a sus hijos, concluye: "seas lo que seas ellos siempre se van a sentir orgullosos, seas barrendero, colectivero, repartidor de gaseosa, así como yo los quiero tanto, para ellos no debe haber otro que sea mejo padre. Me pone contento que se sientan bien por mis actos".
Después de conocerlo en persona, uno siente que la publicación de Facebook se quedó corta de elogios y repercusión.
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