Nelson, un joven de 25 años, denunció haber sido víctima de abuso policial a la salida de un boliche capitalino. Según su relato, la noche, que comenzó de manera tranquila con una salida en grupo, terminó con una brutal golpiza por parte de al menos seis oficiales, que lo atacaron sin que él opusiera resistencia.
“Estábamos en el auto, esperando a un amigo que necesitaba cobrar algo dentro del boliche. Yo le había prestado mi celular para sacar una foto con el artista que estaba esa noche. Solo estábamos esperando”, relató Nelson en una entrevista. Sin embargo, según su versión, un oficial se acercó de manera agresiva al vehículo en el que se encontraba, lo que desató el violento ataque.
“La oficial se acercó de manera brusca, me habló de forma tosca y cuando traté de explicarle que solo estábamos esperando a un amigo, me golpeó en la cara. Me tiró contra el coche y ahí empezaron los golpes”, continuó.
El joven aseguró que tras ese primer golpe, varios oficiales más se sumaron al ataque. “Recibí golpes de puño en la cara, caí al piso y ahí empezaron a patearme. Era un grupo de al menos seis policías, y yo no hacía nada. No entendía qué estaba pasando”, explicó con angustia.
Nelson relató que intentó pedir explicaciones, pero solo recibió más agresiones. “Gritaba que no había hecho nada, que solo estaba esperando. Pero me seguían golpeando. Uno me pateó en la cabeza y luego, cuando me caí, me pegaron más. Me tiraron al piso y me esposaron, pero seguían pegándome, sin razón alguna”, agregó.
El joven, que asegura haber perdido el conocimiento por unos segundos debido a la golpiza, fue dejado en el suelo con las manos esposadas. A pesar de la violencia sufrida, Nelson no fue detenido formalmente ni llevado a una comisaría. “Me levantaron del suelo, me esposaron y cuando intenté decirles que no había hecho nada, me respondieron con más golpes. No podía creer lo que estaba pasando. Ellos, que se supone que deben cuidarnos, me estaban golpeando”, recordó Nelson.
En su testimonio, el joven también indicó que mientras era agredido, escuchó comentarios entre los oficiales. “Escuché que uno le dijo a otro: ‘Me tocó pegarle’. Yo no entendía nada. Solo gritaba que pararan, que yo no había hecho nada. Mi cara estaba llena de sangre, pero no me dejaban hablar”, explicó.
Además de las lesiones físicas, Nelson se mostró profundamente afectado por la actitud de los policías. “Salí para pasarla bien con mis amigos y terminé siendo víctima de violencia. Me sentí robado por quienes deberían cuidarnos, por quienes deberían protegernos. Nadie tiene derecho a hacerme esto, ni siquiera la policía”, señaló con dolor.
El joven también enfatizó la sensación de desprotección que experimentó durante el ataque. “Lo único que quería era respirar, era que me dejen hablar, pero lo único que recibía eran más golpes. Sentí miedo, sentí que mi vida estaba en peligro. Me sentí completamente vulnerable, sin nadie que me defendiera”, y agregó para finalizar "Pensé que me moría como Diego Pachado".
Más Información
