Este jueves, vecinos autoconvocados volvieron a congregarse frente a la Casa de Gobierno provincial para exigir la entrega de viviendas comprometidas hace más de tres años. La movilización, que lleva varias jornadas consecutivas, busca respuestas concretas tras múltiples promesas incumplidas por parte del Estado provincial.
Según relataron los manifestantes, la gestión de sus viviendas comenzó hace más de una década en algunos casos, y en otros lleva al menos cinco o seis años sin resolución. Aunque se les prometió que la entrega se concretaría a fines de 2023, la fecha fue aplazada en reiteradas ocasiones. “Ya volvimos a presentar los papeles tres veces, cada vez nos piden más requisitos y seguimos esperando”, señaló uno de los voceros.
En los últimos contactos con funcionarios, se les informó que las viviendas estaban casi listas, pero luego surgieron versiones que atribuían el retraso a la falta de presupuesto. Los vecinos cuestionaron la falta de claridad: “Si había presupuesto para viviendas del IPV en 2024, ¿por qué nuestras casas siguen detenidas?”, preguntaron, advirtiendo sobre una posible reasignación de fondos que los habría dejado fuera del plan de entregas.
La protesta mantiene su eje en una exigencia concreta: la presencia del gobernador Raúl Jalil. “No queremos hablar con ministros ni secretarios, queremos una solución de parte del Gobernador”, insistieron. La representante del grupo, Alejandra Figueroa, ingresó a las oficinas gubernamentales para intentar obtener una respuesta formal. Mientras tanto, las familias aseguran que no abandonarán la calle hasta tener una resolución definitiva: “Vamos a seguir hasta que se nos entregue lo que nos prometieron”.
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