El 9 de enero murió la primera persona por Covid en Wuhan, China. El hombre tenía 61 años, padecía una enfermedad hepática crónica, tumores abdominales y su nombre nunca se hizo público. Era un comprador habitual del mercado de Huanan, lugar en el que según las investigaciones se produjo el contagio entre animales y humanos y en el que se comercializaban desde pescados hasta murciélagos y zorros.
Su muerte dio a conocerse dos días después mediante un comunicado oficial emitido el 11 de enero por la Comisión de Salud Municipal de esa ciudad, que atribuyó el fallecimiento a “un brote de un virus aún no identificado”. Para ese día, ya había otras siete personas internadas en estado crítico a causa de la misma enfermedad.
Después de él, morirían 15 millones de personas a causa del Covid-19 entre 2020 y 2021, según estimó la Organización Mundial de la Salud.
La noticia difundida por la agencia estatal china Xinhua, dio la vuelta al mundo pero mucho lo habían interpretado como un problema lejano.
“La región de Wuhan está en alerta, pero no hay evidencia de que el virus pueda contagiarse entre humanos, según el comunicado emitido por China”, expresó en ese momento The New York Times de acuerdo con Infobae.
Sin embargo, 21 días después de la primera muerte, el 30 de enero ya había 130 víctimas fatales en China y se habían reportado contagios en otros 19 países, con lo cual la Organización Mundial de Salud (OMS) declaró que el brote ya era una “emergencia de salud pública de interés nacional”.
El 11 de marzo, la OMS hizo saber que la escala de la crisis era global y que se estaba viviendo una pandemia.
El 3 de marzo el entonces ministro de Salud de la Nación Argentina Ginés González García, que posteriormente estaría procesado por el “Vacunatorio VIP”, confirmó el denominado “Caso 0″. Se trataba de un paciente que tras su regreso de Italia presentó síntomas y fue internado en la Clínica Suizo Argentina.
La primera muerte por Covid-19 a nivel nacional fue la de Guillermo Abel Gómez de 64 años, que había regresado de ver a su nieta recién nacida en Francia. El hombre era hipertenso y diabético y su diagnóstico fue confirmado posteriormente por el laboratorio Malbrán.
La cuarentena obligatoria empezó en Argentina el 20 de marzo de 2020. En abril de ese año, Sara de 83 años estuvo a punto de ser detenida por salir de su casa a tomar sol. Mientras que en julio de ese año, contra la ley, se produjo la llamada “Fiesta de Olivos”, el festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez, entonces Primera Dama junto a Alberto Fernández, presidente argentino y un grupo de allegados.
El ex mandatario pagó en mayo de 2022 una multa de 3 millones de pesos por haber participado de ese encuentro que había negado antes de que se hagan públicas unas fotografías.
El 2021 fue el año más duro del brote para el país y el mundo y el Covid-19 se transformó en la primera causa de muerte entre los argentinos de 25 a 74 años durante ese año. En 2023 provocó aproximadamente 769 millones de casos en todo el mundo.
Para afrontar la gran cantidad de contagios se dispuso la utilización obligatoria de barbijos, que se sumaron al aislamiento y a la prohibición de acompañar a los enfermos más graves y de despedirse de los seres queridos que estaban por morir.
Lugares como el Cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, tuvieron que liberar espacio para albergar a la gran cantidad de muertos. En la zona de Amazonas por ejemplo, llevaron a cabo fosas comunes para afrontar los decesos.