En una medida sorpresiva, el presidente Javier Milei, ordenó la retirada de la delegación nacional de la COP29, la cumbre mundial sobre el cambio climático organizada por la ONU en la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán. El mandatario solicitó el regreso de los funcionarios de la Cancillería y de la Subsecretaría de Ambiente que se encontraban presentes para participar de las negociaciones internacionales sobre el futuro del clima global, en un año que puede ser considerado el más caluroso de la historia, según el observatorio Copernicus de la Unión Europea.
Esta decisión ha sido calificada como "sin precedentes" por diversas organizaciones ambientalistas que alertaron sobre las implicancias que tendrá este cambio de rumbo en las políticas climáticas de Argentina. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) señaló que la retirada de Argentina de la COP29 "implica un cambio de rumbo en las negociaciones internacionales del país", subrayando que la nación siempre se destacó por su activa participación y propuestas dentro de las cumbres globales sobre el cambio climático. Según la fundación, la ausencia de Argentina tendrá "consecuencias importantes para el país".
Este retiro ocurre en un momento clave de las negociaciones internacionales, justo cuando la COP29 se encuentra discutiendo temas cruciales como el financiamiento climático, particularmente en relación con los países más vulnerables al calentamiento global. Los casi 200 países presentes en Bakú están ultimando los detalles de un acuerdo global sobre cómo financiar la lucha contra el cambio climático, con un nuevo borrador que incluye un plan de transferencias económicas a los países más afectados por el cambio climático. En el texto, se contempla una cifra mayor a los 100.000 millones de dólares anuales que se habían establecido en el acuerdo de 2009. Los sectores más críticos proponen incluso multiplicar esa cantidad por diez.
Este retiro también se produce en un contexto de creciente negacionismo del cambio climático, especialmente en relación con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. El ex presidente de EE.UU. ya había amenazado con retirar nuevamente a su país del Acuerdo de París —como lo hizo en su mandato anterior—, lo que generó aún más preocupación sobre el futuro de las negociaciones internacionales en torno al clima.
Desde las organizaciones no gubernamentales como Global Citizen, se advierte que la medida adoptada por Argentina podría aislarla de una parte significativa de la comunidad internacional que busca tomar acciones concretas frente a la crisis ambiental. Friederike Röder, de Global Citizen, comentó a la AFP: "El nuevo texto propuesto para el acuerdo incluye opciones concretas para llegar a un acuerdo sobre el monto total del financiamiento climático, así como objetivos específicos para los países más vulnerables".
Además, se recordó que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNUCC), adoptada en Río de Janeiro en 1992, obliga a los países más desarrollados a proporcionar asistencia financiera a las naciones en desarrollo, como parte de su responsabilidad histórica frente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con esta decisión de Milei, Argentina se posiciona en contra de los esfuerzos globales para mitigar los efectos del cambio climático, lo que plantea serias dudas sobre su compromiso con el Acuerdo de París y otros acuerdos internacionales que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger a los países más vulnerables.