La tranquilidad del barrio Barranco en Fiambalá se vio interrumpida este lunes por el inesperado hallazgo de un cachorro de puma (Puma concolor) en el patio de una vivienda. Estela Reales, una vecina de la zona, descubrió al felino después de que su perro, visiblemente alterado, comenzara a ladrar sin cesar. Sorprendida, la mujer alertó de inmediato a las autoridades.
Equipos especializados de Flora y Fauna de la Provincia, junto con personal de Gendarmería, Policía y la Municipalidad, acudieron al lugar para capturar al puma sin causarle daño. Luego de varios minutos, el animal fue contenido y trasladado en una jaula especial.
"Pensé que era un gato, lo llamo a mi sobrino para que me ayude a sacarlo y cuando lo miró me dijo que era un puma así que ahí lo dejamos y nos escondimos adentro", relató Estela al medio local El Abaucan.
A pesar de que los pumas habitan comúnmente en zonas montañosas, este tipo de apariciones en áreas urbanas es raro, lo que causó gran sorpresa entre los vecinos. Sin embargo, nuevas investigaciones indican que el felino podría haber estado en cautiverio antes de ser liberado.
Expertos que analizaron al cachorro, de aproximadamente 7 meses, señalaron que el animal presentaba signos de domesticación, como poco rechazo al contacto humano, un pelaje maltratado y síntomas de mala alimentación. "Este ejemplar parece haber sido cuidado por humanos. A esta edad, un puma todavía debería estar bajo el cuidado de su madre. Es posible que lo hayan soltado al no poder alimentarlo adecuadamente", explicaron los especialistas.
Las autoridades continúan investigando cómo llegó el cachorro a la localidad, y advierten a la población sobre la importancia de notificar a los organismos competentes ante la aparición de fauna silvestre. El puma fue devuelto a su hábitat natural en la cordillera una vez que su estado de salud fue confirmado.
En el operativo de seguridad participaron Gendarmería Nacional, la Comisaría de Fiambalá y el área de Inspección Municipal.
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