A la salida de la tercera audiencia de su juicio, Elpidio Guaraz, exintendente de Bañado de Ovanta, desafió las acusaciones de abuso sexual y privación ilegítima de la libertad presentadas en su contra.
Guaraz, quien se enfrenta a serias acusaciones, insistió en que la relación con la denunciante comenzó cuando ella estaba en el último año de la Secundaria, no cuando tenía 15 años, como alegó la parte acusadora
El exfuncionario arremetió contra la veracidad de la denuncia, sugiriendo que la denuncia es parte de una estrategia para perjudicarlo. “Lo que estamos viendo es una gran mentira”, afirmó Guaraz, describiendo los últimos años como una “pesadilla injusta” para él y su familia.
También cuestionó la falta de investigación sobre los motivos de la denuncia, insistiendo en que la verdadera investigación debería centrarse en la denunciante.
En un giro hacia la política, Guaraz alegó que su caso fue influenciado por intereses políticos locales. Declaró que algunos políticos habían hablado previamente sobre la necesidad de “hacer algo” en su contra, sugiriendo que esta presión impactó el desarrollo del juicio. “Han influenciado algunos políticos del lugar para sacarme del camino”, señaló, agregando que, durante su tiempo como intendente, siempre mantuvo una buena relación con las mujeres y que nunca tuvo problemas con ellas.
El juicio, que se encuentra en receso, se reanudará este viernes con la recepción de nuevos testimonios.