La actividad manufacturera de las pymes descendió 19% anual en mayo. De esta manera, acumula una retracción de 19,1% en los primeros cinco meses del año frente al mismo periodo de 2023.
Sin embargo, en la comparación mensual desestacionalizada la actividad creció 5,3%. También se observó un aumento de 0,2 puntos porcentuales en el uso de la capacidad instalada respecto al mes anterior, que igualmente se mantiene en valores bajos (70,3%).
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), señaló que los resultados dan cuenta de un debilitamiento de la demanda y un deterioro de la situación financiera.
En este complejo panorama, las empresas consultadas por la Confederación, según Ámbito, valoraron la mayor estabilidad en el precio de los insumos de mayo, pero ahora la preocupación está puesta en los altos costos que pagan por el consumo de energía y transporte, en consideración con la baja demanda.
Por este motivo, piden la reducción de impuestos y estímulos a la demanda interna, además de simplificar las regulaciones para facilitar las operaciones empresariales.
E identificaron como los mayores desafíos para su crecimiento y estabilidad la falta de ventas, y los altos costos de producción y logística que constituyen el 32,8%.
En este sentido, el 34,4% de las firmas consultadas achicaron gastos operativos, mientras que otro grupo, representado en un 19,9%, redujo horas de trabajo para suplir la falta de ventas.
Los sectores más complicados
Los seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron fuertes declives en la comparación anual, siendo los más afectados “Papel e Impresiones” (-45,8%) y “Químicos y plásticos” (-23,9%). “Textil e indumentaria”, que se retrajo 4,3% anual en mayo, aunque venía siendo casi el único ramo en aumento hasta abril.
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