Un operativo policial en pleno centro de la Capital sorprendió a peatones y comerciantes en la peatonal Rivadavia cuando un joven fue detenido por llevarse tres chocolatines del supermercado VEA sin pagar.
El joven, de apellido Nazareno (20), fue visto intentando salir del supermercado con los productos escondidos. Al percatarse de la vigilancia, habría intentando huir, pero fue interceptado por cuatro efectivos policiales, entre ellos grupos motorizados, quienes lograron reducirlo en pocos minutos.
Posteriormente fue trasladado a la comisaría para ser puesto a disposición de la Justicia, mientras que el operativo captó la atención de numerosos curiosos que se encontraban en el lugar.
Sin embargo, horas después fue liberado por disposición judicial. Las autoridades concluyeron que la acusación en su contra no tenía un encuadre legal sólido para justificar su detención prolongada. La decisión se fundamentó en la evaluación de las circunstancias del hecho y en la naturaleza del delito cometido.
La posibilidad de que el acto de Nazareno fuera un hurto famélico se consideró seriamente. Este término legal se utiliza para describir robos motivados por una necesidad extrema de alimento, lo que podría haber sido el caso del joven.