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Milei mintió: "La consecuencia es el ajuste a los trabajadores y no a la casta"

Para llegar a ese resultado, el economista Ernesto Mattos utilizó los indicadores EMAE e IPI.

El periodista de Ámbito y economista de la UBA, Ernesto Mattos, realizó un análisis de la situación económica que atraviesa el país, tras la gestión libertaria en sus primeros meses.

En ese marco, consideró que a febrero de 2024 se destruyeron unos 53.180 puestos de trabajo registrado en el sector privado. Si se suma el sector público el número crece. Por lo que afirmó que hay una recesión en este primer trimestre con desocupación creciendo y una inflación del 289% en abril, "la consecuencia es el ajuste a los trabajadores y no la casta como dijo en campaña el presidente Milei: mintió", aseguró el periodista.

Para llegar a esa conclusión, utilizó dos indicadores: EMAE e IPI. Luego de la devaluación de agosto de 2023 la economía comenzó a desacelerarse del -0,9% (var. i.a.), medido por el estimador mensual de la actividad económica (EMAE) hasta marzo de 2024 que llegó a caer un -8,4%. Este indicador busca mantener la metodología de estimación del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral aplicada al cálculo mensual. Siendo así un proxi de lo que puede dar el PIB, con algunas correcciones que luego realiza el INDEC, detalló Mattos.

A la vez, señaló que tomando en cuenta la secuencia de meses en este primer trimestre el EMAE, tuvo tres meses consecutivos negativos: -4,1 (ene24), -3,0 (feb24) y -8,4 (mar24). Con lo que se podría decir que el PIB en este primer trimestre de 2024 podría caer, siendo el cuarto trimestre negativo y consecutivo, un 5%, con la expectativa de una falta de recuperación económica, sino más bien, una recesión que parece no cambiar de tendencia.

El Producto Interno Bruto es la producción de bienes y servicios en un año determinado. Esta producción puede crecer o no, si no crece, al caer la producción se precisa menos trabajadores para el proceso productivo y se demanda menos insumos importados o se acumula de los mismos para cuando la economía repunte. Por lo tanto, para abordar y anticipar cuánto puede dar el dato del PIB, se recurrió a los datos del EMAE y el IPI.

En este primer trimestre de 2024 el acumulado del IPI dio una caída del 14,8% mayor al mismo periodo de 2019 que fue un año de caída del PIB, y que estuvo marcado por el proceso recesivo iniciado en 2018, acuerdo con el FMI, fuerte salida de los capitales especulativos que utilizaron los dólares del prestamos y transfirieron riqueza al exterior. Al año siguiente el producto volvió a caer pero porque ocurrió una pandemia (2020).

Pero si se toma el primer trimestre de 2020 el PIB tuvo una caída del 5%, luego de dos años de recesión. En este caso en 2022 el crecimiento fue de 5% y en 2023 la economía cayó un 1,6%, no hay comparación con la recesión de 2018-2019. En este caso, 2024, la devaluación de agosto y diciembre de 2023 no contribuyeron a una recuperación económica, en el marco del acuerdo del FMI que solicitó: corrección cambiaria, ajuste fiscal y de tarifas. No importe este el FIT o el Partido Obrero.

Si se suman los datos del IPI, dijo Mattos, hasta la caída mensual de marzo de 2024 (-21,2 var. % i.a.) es superior (previa) a la pandemia (-16,5 var. % i.a.) y a marzo de 2019 (-14,1% var. % i.a.). No hay que dejar de lado las caídas sectoriales acumuladas del primer trimestre de 2024 del IPI que se concentraron en: Otros equipos, aparatos e instrumentos (-37%) Maquinaria y equipo (-35,5%); Muebles y colchones y otras manufacturas industriales (-32,5%); Industriales metálicas básicas (-25,5%); y Productos minerales no metálicos (-23,9%).

Estas fueron los cincos primeros componentes del IPI que más cayeron, todos tuvieron resultado negativo. El primero de este componente del IPI se refiere a instrumentos médicos, ópticos, equipos y aparatos de informática, televisión y comunicaciones y el quinto componente que cayó un 23,9% se refiere a vidrio y producto de vidrio, cerámica, cemento y cal y yeso.