Durante un juicio por jurados, este individuo admitió su culpabilidad ante el juez director, confesando haber cometido los actos de abuso entre los años 2012 y 2017 contra su hijastra. Como resultado de este proceso judicial, fue condenado a 11 años y 6 meses de prisión efectiva, aunque actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario.
Sin embargo, la situación podría cambiar dependiendo de la evaluación de su estado de salud, la cual determinará si continúa con este beneficio de arresto domiciliario o es trasladado al servicio penitenciario para cumplir su condena completa.
Las autoridades judiciales deberán tomar decisiones basadas en criterios legales y médicos para asegurar que se aplique una justicia justa y efectiva, considerando tanto la gravedad de los delitos como las condiciones necesarias para el proceso de rehabilitación o reclusión del acusado.
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