El profesor de religión Gabriel Olivera fue imputado por un tercer caso de "grooming continuado", sumando así una nueva acusación a su historial.
Este educador, quien solía enseñar en el Colegio Padre Ramón de la Quintana, fue denunciado por primera vez en noviembre de 2020 por un estudiante que lo acusó de establecer contacto a través de redes sociales cuando el joven tenía 15 años.
Tras la denuncia inicial, se tomaron medidas inmediatas que incluyeron apartar al docente de sus funciones y su posterior renuncia al cargo. La madre del estudiante afectado alertó a las autoridades escolares sobre la situación, lo que llevó a la presentación de la denuncia por grooming en la Unidad Judicial 1.
A pesar de que el joven denunciante es ahora mayor de edad, se procedió con la acusación debido a que los hechos ocurrieron cuando era menor, como medida preventiva y para posibles situaciones similares en el futuro. El fiscal de Instrucción Nº5, Hugo Leandro Costilla, llevó a cabo la indagatoria de Olivera en noviembre de 2020, donde el docente optó por no declarar.
Posteriormente, el fiscal Costilla imputó al profesor por "grooming continuado" por acciones que se extendieron entre 2018 y 2020, lo que resultó en un allanamiento en la residencia del acusado autorizado por el juez de Control de Garantías Nº4, Marcelo Sago. Durante el allanamiento, se incautaron dispositivos electrónicos como notebooks, celulares y pendrives.
Con esta nueva imputación, Olivera acumula tres denuncias por el mismo delito. Además, trascendió que en abril del año pasado, el docente supuestamente desempeñaba labores administrativas en el Colegio Guadalupe de Valle Viejo y en el Instituto San Pío X, sin tener contacto directo con los alumnos.
La tercera acusación le fue notificada recientemente por el fiscal Sebastián Pelisari, complicando más la situación procesal del profesor que enfrenta graves acusaciones.
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