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Gladys Moro: "Burgos transformó en bochorno lo que debía ser una fiesta"

La delegada de la CGT Regional Catamarca, repudió el accionar de Burgos, secretario general de ATSA.
Por Eliana Mazzolini

En el día de ayer, se celebró la inauguración de la remodelada sede de la CGT Regional Catamarca, evento que contó con la presencia del gobernador Raúl Jalil y el gremialista Héctor Daer. Sin embargo, lo que prometía ser una jornada de festejo se vio empañada por un clima de tensión y enfrentamientos verbales entre sectores gremiales.

La discordia se centró en la disputa interna de larga data entre dos sectores de la CGT Catamarca, liderados por Leonardo Burgos de ATSA y Gladys Moro de APUNCa. A pesar de no haber sido invitada al acto ni a las actividades programadas con Daer, Moro asistió al evento acompañada de sus seguidores, lo que escaló en discusiones acaloradas.

Hoy, a través de sus redes sociales, la gremialista y diputada provincial Gladys Moro expresó su descontento, acusando a Burgos de ensombrecer la celebración: "Burgos transformó en bochorno, lo que debía ser una fiesta". Moro, en su rol de delegada de la CGT Regional Catamarca, condenó el comportamiento de Burgos, calificándolo de "perverso y desleal".

La ceremonia, que debía culminar en una celebración de unidad gremial, terminó en controversia debido a las acciones de Burgos y su círculo cercano, quienes intentaron obstruir y hasta impedir la participación de los líderes alineados con Moro. Figuras como Nancy Agüero, secretaria general de la UDA y adjunta de la CGT; Miriam Ramirez, secretaria general de taxis; y los compañeros Pablo Soria y Jorge Toledo, fueron objeto de agresiones por parte de afiliados a Burgos.

En particular Agüero, según Moro, fue impedida de unirse a otros secretarios generales por Horacio Otero, empleado de la secretaría del interior de la CGT RA, quien incluso la amenazó con represalias. Ramírez, quien utiliza bastón por cuestiones de salud, fue tratada con desdén y se le negó un acceso más cómodo. Soria y Toledo también sufrieron agresiones físicas y verbales.

Moro expresó sobre lo sucedido: “es una verdadera vergüenza, que a la vista de la máxima autoridad de la provincia, el Gobernador Raúl Jalil, y el secretario general de la CGT de la república argentina, Héctor Daer hayan exhibido el perimido modelo patotero y autoritario de la conducción que el déspota Leonardo Burgos pretende mantener en la CGT Regional Catamarca”.