Los allanamientos realizados revelaron una sorprendente variedad de elementos, desde equipamiento tecnológico hasta dólares, y lo más destacado, rodocrosita de distintas calidades. La valuación estimativa del decomiso se relaciona con el precio en el mercado legal de los desechos o escombros resultantes de la extracción, que se clasifican en 16 categorías. La rodocrosita se comercializa por kilo, cotizando en dólares, y el decomiso alcanzó una valuación aproximada de $120 millones.
Autoridades de CAMYEN señalaron que, aunque tienen a su cargo la explotación de la mayor cantidad de vetas de rodocrosita, es crucial determinar de qué veta proviene el material incautado, considerando la posibilidad de que haya salido de una explotación concesionada a un privado.
Las concesiones incluyen grandes escombreras generadas durante la explotación militar de Minas Capillitas para la extracción de metales, donde se encuentran restos de metales adheridos a rodocrosita, de interés comercial a pesar de su menor calidad.
Desde CAMYEN explicaron que las piedras son extraídas de vetas, actualmente solo explotan la veta Ortiz, y posteriormente son trasladadas a un "arsenal" donde son cortadas en trozos más pequeños según sus características. Luego, son cargadas en bolsas de tela con capacidad de 30 kilos cada una y vendidas en bruto.
La hoja de ruta se convierte en un elemento crucial para establecer la trazabilidad del producto. Los cargamentos pueden salir por diversas rutas, algunas sin puestos de control policial, lo que motivó la atención de la Policía Minera en los controles llevados a cabo por la Policía de la Provincia en diferentes puestos.
A pesar de la digitalización de las hojas de ruta, persiste el riesgo de falsificación. Un proyecto del Ministerio de Minería busca implementar un sistema de hoja de ruta digitalizado con mayor seguridad. La Policía Minera capacita regularmente al personal policial para evitar la falsificación y evasión de controles.
Más Información
