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“No sé si los extremos son buenos”: para Andreatta, el funcionamiento actual del sector vitivinícola es eficiente

El dueño de Bogeda Michango fue cauteloso respecto de las medidas anunciadas en el DNU de Javier Milei. “A todos nos gustaría estar totalmente desregulado y que no nos controle nadie, pero la realidad es que hoy el sector funciona”.
Por Lucia Acosta

Oscar Andreatta, uno de los máximos referentes productores de vinos catamarqueños, habló sobre dichos de presidente de desregular la industria vitivinícola.

Anoche el presidente Javier Milei anunció una serie de medidas para desregular la economía argentina, abarcando sectores estratégicos y entre ellos sumó a la vitivinicultura. Según explicó esta decisión busca aliviar la carga regulatoria que ha “lastrado durante años el potencial de diversas industrias”, entre ellas la vitivinícola.

“Que varias industrias deben soportar el peso de una excesiva regulación, como ocurre con la industria vitivinícola, por lo que resulta adecuado derogar la Ley N° 18.600 de contratos de elaboración de vinos, la Ley N° 18.905 de política vitivinícola nacional (1970) y la Ley N° 22.667 de reconversión vitivinícola (1982)”, sostiene el DNU.

“Creo que es muy pronto opinar, porque no se conoce demasiado. Desregular puede ser un poco mucho”, expresó el empresario catamarqueño ante la consulta de Tveo Noticias.

Andreatta explicó que el sector vitivinícola está regulado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, que hasta el momento ha dado buenos resultados como ente fiscalizador.

“La realidad es que el sector vitivinícola argentino está muy bien visto en el mundo. Esa regulación tiene que ver con que en algún momento en la industria vitivinícola no se hicieron las cosas bien y se reguló fuertemente.  Hoy la verdad que en el sector se trabaja muy bien”.

Oscar Andreatta, Bodegas Michango

“A todos nos gustaría estar totalmente desregulado y que no nos controle nadie, pero la realidad es que hoy el sector funciona. No sé si los extremos son del todo bueno. Habría que ver, analizar la letra chica de las medidas y ver si es beneficioso o no para el sector”, expresó.

Para el empresario. el INV es una entidad que “es eficiente, que funciona, que controla bien”. “Habría que conocer en detalle y más allá de conocer creo que el tiempo va a ir diciendo si las medidas son acertadas o son erróneas”, concluyó.