En el día de hoy, tras cumplirse un nuevo aniversario del femicidio de María Soledad Morales, la joven catamarqueña que fue violada y asesinada en 1990 por un grupo de poderosos de la provincia. Su madre, Ada Morales, realizó un homenaje a su hija en el lugar donde fue encontrado su cuerpo, acompañada por una nieta, sobrina de la víctima, que está conociendo la historia.
En su discurso, Ada repitió varias veces el pedido de justicia y el agradecimiento a quienes, a pesar del tiempo, siguen acompañando su lucha. Recordó el dolor inmenso que le tocó vivir como madre, las mentiras, los entretelones y las cosas que le hicieron. Dijo que “la herida que lleva en su corazón no se va a cerrar nunca y que su hija está presente espiritualmente”.
También mencionó los saludos de la hermana Marta y la hermana Berta, religiosas que estuvieron al frente de las marchas del silencio que se realizaron durante años para reclamar por el esclarecimiento del caso. Agradeció a los pocos medios que siguen cubriendo el tema y a las personas de otras provincias que le cuentan que lo han seguido.
Ada Morales afirmó que lo único que buscaba junto a su esposo Elías, fallecido en 2016, era verdad y justicia para su hija. Aseguró que las puertas de la casa de María Soledad están abiertas para quien quiera ir y saber algo. Finalmente, pidió bendiciones para todos y dijo que su hija desde el más allá los está llenando de bendiciones.
@sergioorellana472 ♬ sonido original - sergioorellana472
María Soledad Morales tenía 17 años cuando fue violada y asesinada por un grupo de jóvenes pertenecientes a familias influyentes de Catamarca. Su cuerpo fue hallado el 9 de septiembre de 1990 en un descampado. El crimen provocó una conmoción social y política que derivó en la caída del gobierno del entonces gobernador Ramón Saadi.
El caso fue juzgado dos veces. En el primer juicio, realizado en 1998, fueron absueltos los cuatro acusados: Guillermo Luque, Luis Tula, Carlos Luna y Emir Yoma. En el segundo juicio, realizado en 2002, fueron condenados Luque y Tula a 21 años de prisión por homicidio simple. Luna y Yoma fueron sobreseídos por prescripción. Luque y Tula cumplieron sus penas y recuperaron la libertad en 2017 y 2018 respectivamente.